Con su personal esfuerzo,
sin apoyo del Estado,
tres célebres deportistas,
fueron los condecorados.
Primero Jefferson Pérez,
después Richard Carapaz,
tercera Neisi Dajones,
del triunfo fueron capaz.
Son insignes portadores
de regias medallas de oro,
logradas en Olimpiadas,
como máximo tesoro.
El pueblo está agradecido,
aplaude con energía,
salta, grita, canta, baila,
sintiendo enorme alegría.
En Atlanta y Tokyo fueron
los triunfos ecuatorianos,
llenándose de alborozo,
los latinoamericanos.
Es realidad innegable,
hijos del pueblo que sufre,
son los que llevan el nombre
del Ecuador a la cumbre.