Las comunidades originarias de la cuenca amazónica recogieron este lunes «El grito de la selva» por la defensa de la vida y de la naturaleza, al conmemorarse el Día Internacional de los Pueblos Indígenas.
Con una ceremonia ancestral de invocación sagrada del fuego, desarrollada en la localidad de Unión Base, en la provincia amazónica ecuatoriana de Pastaza, representantes de varios pueblos originarios hicieron un llamamiento a la humanidad a proteger la naturaleza ante los peligros que la acechan como el cambio climático, la sobrexplotación de recursos y una acelerada contaminación.
La ceremonia contó con la participación de varios dirigentes indígenas que, desde varias localidades de los países de la cuenca amazónica, relataron sobre la angustiante realidad que vive la selva ante las amenazas de la tala de bosques, la extracción minera, la explotación petrolera y la expansión agrícola.
La Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Amazonía (Coica), que agrupa a los pueblos y comunidades indígenas de los nueve países que comparten esta selva, ratificaron su compromiso para continuar con la resistencia ante las amenazas que ya lleva 529 años.
La Coica explicó que actualmente existen más de 476 millones de personas que pertenecen a pueblos indígenas en 90 países del mundo, lo que representa el 6,2 por ciento de la población mundial, según cifras de Naciones Unidas.
En la Amazonía, que es la cuenca más grande del planeta, habitan al menos 511 pueblos originarios, de los cuales, 66 corresponden a pueblos indígenas en aislamiento voluntario.
Los indígenas, en la Amazonía, son reconocidos por los más importantes fotos de investigación como Naciones Unidas, como la única garantía de protección ambiental en la amazonía, acechada por la expansión agrícola, la explotación petrolera y la expansión minera.
En el encuentro virtual «El grito de la selva: 529 años de lucha y resistencia», el presidente de la Coica, el venezolano José Gregorio Díaz Mirabal, destacó la voluntad de los pueblos amazónicos de los nueve países que la forman: Brasil, Perú, Bolivia, Colombia, Guayana Francesa, Surinam, Guyana y Ecuador.
La Coica, dijo Díaz Mirabal, «tiene la voz de las mujeres, de los jóvenes, de los abuelos, de los padres, de los ancianos. La Coica somos selva, somos pueblos, somos naciones, somos colectivos, somos gobiernos territoriales», pero también somos «una expresión internacional».
«Esperamos que el planeta y la humanidad haya oído» y que haya recogido el mensajes de que se debe «escuchar con el corazón», ya que «sin agua no hay vida, sin identidad no hay vida» y, por eso, «llamamos a toda la humanidad a salvar este planeta», agregó el dirigente.
«El fuego sagrado recorre nuestras venas y nuestros territorios», amenazados por un desmedido consumismo que pone en riesgo la propia existencia, añadió Díaz Mirabal.
También desde Bolivia, dirigentes indígenas denunciaron los nuevos incendios que se han presentado en la región de la Chiquitanía, donde «se ha vuelto a prender fuego» que ha puesto en riesgo a los pueblos de esa región.
Reinaldo Roldón, vestido de bombero voluntario, hizo un clamoroso pedido de ayuda a la comunidad internacional para que ayude a aplacar los incendios en esa parte próxima a la Amazonía, que ya ha sido afectada por el mismo fenómeno en años anteriores durante las épocas secas en el corazón de Suramérica.
Las comunidades bolivianas amazónicas han pedido que se declare un «desastre departamental» ante el auge de los incendios.
Lolita Piyaguaje, vicepresidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (Confeniae), en Unión Base, sede de su organización, remarcó la voluntad de los pueblos amazónicos para defender los territorios ancestrales, ante las amenazas de invasión de industrias extractivas como la minería y el petróleo.
«Queremos conservar nuestra identidad cultural, nuestra cosmovisión, nuestro filosofía», que procura «vivir con la naturaleza, en armonía», remarcó Piyaguaje.
Asimismo, invitó a que «se respeten nuestros derechos, que no se nos discrimine, que haya atención a los pueblos originarios de la Amazonía». EFE