Un personaje que tenga un alto nivel de excentricidad tiene la prerrogativa de ser considerado memorable… Edward Gorey es el padre de la excentricidad sobria. Con historias macabras y satíricas generó en las librerías el dilema de lo inclasificable, debido a que no sabían si sus obras debían categorizarse en la sección infantil o en la de terror.
Gorey nació en Chicago, Illinois, un 22 de febrero de 1925 en una familia de clase media. Sus allegados comentaban que empezó a leer a los tres años y con 7 años ya había leído Drácula en su totalidad. Posteriormente, en 1946 estudió literatura francesa en Harvard.
Este gigantesco hombre, que acostumbraba a usar abrigos de piel falsa y anillos en todos sus dedos, fue una de las principales influencias de Tim Burton dentro de su paleta de colores, estética y temáticas.
Y es que para Edward Gorey no existía un límite entre lo tabú y lo satírico. Haciendo constantes alusiones hacia la tragedia, este escritor logró hacerse de una reputación dentro de un limitado pero intenso grupo de lectores.
Entre sus obras más notables están:
Los Pequeños Macabros: un abecedario con nombres de niños que murieron de formas poco usuales.
El Huésped Dudoso: que narra la historia de un pequeño invasor en la vida de una familia de aristócratas.
“Mi peor pesadilla es ilustrar historias de terror, debido a que los grabados deben transmitir espanto, pero no ser explícitos” comentaba Gorey en las entrevistas, además de mencionar con mucha ilusión sobre su colección fotográfica de niños muertos del silgo XIX, tema que tenía prohibido abordar en los medios de comunicación.
Sus vecinos lo percibían como un ermitaño ya que solo salía de su caótico hogar para ir a ver el ballet. En su casa contaba con cerca de 25.000 libros apilados en diversos espacios de su domicilio, además tenía siete gatos, él expresaba que ellos llevaban “vidas misteriosas”, y también era propietario de una descomunal colección de objetos inservibles.
Gracias a sus libros con tintes eduardianos y victorianos Gorey fue contratado para crear la introducción de la serie de la PBS Mystery en 1980. Además, fue diseñador para producciones de Broadway, puntualmente trabajó en la obra Drácula en 1977 que lo hizo acreedor del Tony Award al Mejor Diseño de Vestuario.
Edward Gorey tuvo un fallecimiento digno de uno de sus libros… Un 15 de abril del 2000 Gorey solicitó a uno de sus vecinos que le brindase unas baterías de litio para su control remoto, el autor al enterarse del costo a pagar por los servicios que le habían sido ofertados se tomó el pecho y cayó detrás de uno de sus sofás, su vecino lo interpretó como si de una broma se tratase.
Falleció ese día en su casa ubicada en Hyannis, Massachusetts, a los 75 años.
@Rodriguez_Khori