La verdad sea dicha, el sector de transporte público y la administración municipal, tienen una larga historia de acuerdos y desacuerdos. De acercamientos técnicos y alejamientos políticos que muchas veces olvidan por el camino los intereses del más importante de todos los actores: el ciudadano.
Y así, en días recientes hemos vuelto a vivir una pugna, amplificada por las redes sociales, en la que se pretende reabrir volver a discutir la tarifa del transporte público que deberá pagar, nada más y nada menos, que el 70% de la ciudadanía, que son quienes utilizan el servicio. Y claro, los elementos en juego son muchísimos. Por un lado, está la ordenanza que rige el transporte público y establece una extensa lista de puntos a cumplir antes siquiera de pensar en un incremento tarifario. Y allí tendremos elementos como el nivel de opacidad (contaminación) de las unidades, la entrega clara y oportuna de información sobre frecuencias, pasajeros, costos y demás; la contratación de dos choferes por unidad para evitar la sobrecarga de trabajo y reducir los riesgos de un accidente; y sobre todo, la renovación completa de la flota de autobuses que, hasta donde sabemos, se realizó bajo ciertos cuestionamientos y fuera de los plazos establecidos.
Claro, el transporte tiene también sus razones para el incremento de tarifas, y las más importante será el incremento en los precios de los combustibles, sin embargo ¿podría el Municipio de Cuenca resolver sobre condiciones impuestas por el Gobierno Nacional? ¿No debería ser el propio gobierno, que es quien resolvió el incremento del diésel, correr con los costos asociados a sus decisiones?
Pero, sobre todo, habrá que preguntar ¿cabe ahora mismo un incremento tarifario? ¿Se puede pensar, en la post pandemia, en incrementar el costo del día a día? ¿Se debe, en una ciudad donde miles de empleos se han destruido y el sector productivo ha atravesado la peor crisis de su historia, pedirle al ciudadano un esfuerzo semejante? Ciertamente, la nueva tarifa será una cuestión a abordar, dialogando y escuchando a todas las partes. Pero este, ciertamente, no es el momento. Permítanme decirlo de nuevo: este no es el momento… (O)
@andresugaldev