Así se digitalizan los documentos que guardan más de 450 años de historia de Cuenca

Desde hace dos décadas, Juan Pablo Matute está inmerso en el Archivo Nacional de Historia de Cuenca. En ese tiempo ha recorrido los pasillos en donde se ubican los estantes que soportan el peso del pasado y ha revisado los miles de documentos que guardan el registro de una diversidad de procesos que ocurrieron en el Austro y en el Ecuador.

A través del trabajo diario se dio cuenta del valor que tiene cada uno de los libros y de las hojas, cuya antigüedad data de hace más de 450 años, cuando Cuenca no tenía más de seis años de fundación. En esa labor surgió un comentario que luego se convertiría en una realidad: si bien los documentos se conservaban en un espacio físico, no había una manera, hasta hace una década, de mostrar, no solo a los cuencanos sino al mundo, la historia registrada por el puño y letra de los personajes que fueron parte de la ciudad y del país.

El comentario de Juan Pablo Matute se convirtió en una meta en la que participarían diversas personas que pasaron por el Archivo Nacional. Sin embargo, para cumplir con el objetivo, se requería un sistema digital, y uno de los problemas que tiene el país es que no hay un método homologado que sirva exclusivamente a los archivos.


“Todo archivo tiene ese dilema de saber exactamente qué sistema usar. Equivocarse aquí es realmente rehacer todo. Muchas veces cuando se hace un proceso de digitalizar mal, hay que volver a hacer todo. Es más barato rehacer todo en un archivo que no está organizado”, explicó Matute.

No obstante, en el caso del Archivo Nacional de Historia de Cuenca sí había una organización a través de una base de datos que se ha ido construyendo con el pasar del tiempo, y ella fue un pilar importante para empezar a construir un espacio virtual en el que se pueda acceder y visualizar las joyas invaluables.

Juan Pablo Matute ha sido un pilar fundamental para que exista un repositorio digital del Archivo Nacional de Historia de Cuenca. Xavier Caivinagua/El Mercurio


Software

Mediante talleres, consultas y capacitaciones, hace siete años se encontró a Omeka, un software libre y de código abierto que sirve para publicar colecciones digitales de bibliotecas, archivos y museos. Y a partir de allí, el objetivo se acercó. Con ello, Juan Pablo Matute, que ya tenía experiencia para digitalizar los documentos del Archivo, tomó los libros y las cajas que guardan las colecciones para escanearlas y ponerlas a disposición del público.

El trabajo no fue fácil, ya que se debe seguir un proceso largo y preciso para que la gente entienda con qué está relacionado la documentación escaneada. Y, a pesar de aquello, hasta el momento él ha digitalizado alrededor de 10.000 documentos que están relacionados con las vidas públicas de Luis Cordero y Antonio Borrero, y con la biblioteca de Alberto Muñoz Vernaza que adquirió la Casa de la Cultura Núcleo del Azuay.

Entre lo digitalizado están los libros con cédulas emitidas desde España a las Indias entre 1760 a 1907. Xavier Caivinagua/El Mercurio

A los documentos escaneados por Matute se suman los del fondo oficial, el cual está compuesto por libros con cédulas emitidas desde España a las Indias entre 1760 a 1907, y pósteres de croquis de hace casi dos siglos. Con el sistema y la digitalización, por el momento, el público puede ya acceder a las colecciones que se fueron conformando en los últimos años a través de esta página web.

Para Matute, el trabajo realizado podría ser más, pero el presupuesto es un limitante. Ante ello, una de las recomendaciones es que, sea cual fuere el directorio que vaya a administrar la Casa de la Cultura Núcleo del Azuay, se informe de lo que tiene y hace el Archivo Nacional para potenciarlo, ya que la infraestructura no es la adecuada y las herramientas que se tienen no han sido renovadas hace más de diez años. (I)

Andrés Mazza

Periodista y fotógrafo. Escribe sobre cultura, educación, migración y astronomía.

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