La Organización Mundial de la Salud (OMS) se mostró este lunes «muy preocupada» por la subida de los contagios de coronavirus registrada en Europa las últimas semanas, lo que unido al bajo índice de vacunación en grupos prioritarios en algunos países hace necesario impulsar el proceso de inmunización en el continente.
De los 53 estados miembros de la región europea de la OMS, 33 registraron una subida del 10 % en la incidencia de nuevos casos en los últimos 14 días y varios están observando un aumento de los ingresos hospitalarios y de las muertes, que podrían ascender a 236.000 de aquí al 1 de diciembre, según la última proyección.
La región europea ha notificado desde el inicio de la pandemia 64 millones de casos y 1,3 millones de muertes, de acuerdo con cifras de la OMS, que atribuye la subida de casos a la mayor presencia de la variante Delta, más contagiosa; la relajación de las restricciones y el aumento de los viajes.
«Debemos ser firmes para mantener las múltiples líneas de protección, incluyendo vacunación y mascarillas. Las vacunas son el camino hacia reabrir las sociedades y estabilizar las economías», señaló en rueda de prensa el director de OMS-Europa, Hans Kluge.
Kluge destacó que casi la mitad de la población de la región europea de la OMS ha completado la vacunación, pero lamentó que en las últimas seis semanas el proceso se haya ralentizado por falta de acceso a las vacunas en algunos países y falta de aceptación en otros.
«Hay una clara necesidad de aumentar la producción, compartir dosis y mejorar el acceso a las vacunas de los estados miembros para poder ofrecer una serie completa de vacunación a la población», dijo Kluge.
El director de OMS-Europa considera prioritario que las autoridades sanitarias examinen al detalle qué determina el grado de aceptación de las vacunas en los distintos grupos de población y desarrollen luego estrategias concretas a nivel comunitario para impulsarlo.
LA TERCERA DOSIS NO ES UN REFUERZO «DE LUJO»
La OMS instó a aquellos países con exceso de vacuna a compartirlas con otros, con especial atención a los del este de Europa y a África, pero defendió a la vez la importancia de suministrar una tercera dosis a los grupos de riesgo.
«Una tercera dosis no es un refuerzo de lujo que se le saca a alguien que espera por la primera. Es una forma de mantener a salvo a los más vulnerables», afirmó Kluge.
Kluge se mostró no obstante prudente y añadió que todavía no hay pruebas suficientes sobre la dosis de refuerzo, aunque cada vez más estudios apuntan a su efectividad para los grupos de riesgo.
DINAMARCA, UNA EXCEPCIÓN EN EL MARCO EUROPEO
El máximo responsable de OMS-Europa advirtió de la importancia de que las autoridades nacionales no se precipiten a la hora de levantar restricciones y consideró una excepción el caso de Dinamarca, donde las mascarillas no son obligatorias en ningún contexto desde hace semanas y cuyo gobierno levantará el día 10 las restricciones restantes.
Kluge aludió a que este país, en el que algo más del 71 % de la población total ha completado la pauta, es «un campeón en la aceptación de la vacuna» y que tiene el nivel más alto de población que confía en la inmunización.
Mencionó asimismo la estrategia de test masivos y secuenciación de pruebas que siguen desde hace meses las autoridades sanitarias danesas como otra de las claves y recordó que estas no descartan establecer restricciones locales si el contagio se vuelve a disparar.
Dinamarca, que tiene una de las mortalidades más bajas por covid-19 en Europa, considera controlada la epidemia, a pesar de que la incidencia de nuevos casos en las dos semanas anteriores es de 232,18, según el último informe del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC).
LLAMAMIENTO A MANTENER ABIERTAS LAS ESCUELAS
La OMS reiteró su llamamiento a que los gobiernos europeos abran las escuelas para que los niños puedan seguir clases presenciales el próximo curso 2021-2022, a los que ha recomendado aplicar medidas de prevención para minimizar el riesgo de contagio de coronavirus.
Entre esas medidas la OMS menciona ofrecer a los profesores y el resto del personal la posibilidad de vacunarse, lo que también deben hacer los escolares mayores de doce años que sufran alguna enfermedad o condición que los haga particularmente vulnerables en caso de contraer la covid-19.
Asegurar la ventilación en el interior de las aulas, reducir en lo posible el tamaño de las clases, mantener la distancia física y que alumnos y empleados se hagan test de forma regular son otras de las recomendaciones.
«Nuestros niños han sufrido mucho los últimos veinte meses, especialmente los que eran vulnerables o no podían beneficiarse de la enseñanza digital. Al contrario que hace un año, ahora estamos en una posición de mantenerlos a salvo», afirmó Kluge. EFE