El deslizamiento ahora en el km 49 de la vía Cuenca-Molleturo- El Empalme y la interrupción de la principal arteria vial para acceder a la zona costanera, fue traumático, provocando graves inconvenientes en la conexión terrestre, inseguridad, alterando el normal desarrollo de la actividad comercial, industrial y turística, con cuantiosas pérdidas económicas.
Los usuarios se vieron obligados a desplazarse por la Panamericana Norte-Zhud-Troncal-Durán-Guayaquil, en cinco horas, vía con sección limitada que no está diseñada para soportar un tráfico intenso de 2.000 vehículos al día, carga pesada, buses y miles de familias deseosas de arribar a las playas, siendo más peligrosa en estas condiciones. Los que eligieron la Girón-Pasaje, tampoco les fue bien y encontraron una vía abandonada, en pésimo estado. El Oriente no fue una buena elección para vacacionar con la Guarumales-Méndez cerrada y la inestable Gualaceo – Limón.
Este deslizamiento desnudó la situación precaria de la vialidad, sin una sola senda en condiciones ópticas, preocupando a todos los cuencanos, por cuanto el transporte es un eslabón fundamental para la economía y bienestar social, más aún ahora con una urbe de 620.000 habitantes y que no puede mantenerse aislada ni por un solo día.
El Ministerio de Transporte MTOP a la cabeza de nuestro coterráneo Ing. Marcelo Cabrera, apenas está 100 días en funciones. No le pedimos que solucione décadas de abandono, pero tampoco la entidad puede limitarse a retirar los escombros y dar paso a vehículos cuyos conductores tienen que elevar oraciones al cielo al pasar por los derrumbos, ansiando llegar a su destino.
Más bien es el momento propicio para evaluar con rigor la red primaria que disponemos, sus limitaciones, su creciente demanda, apremia propuestas emergentes y a mediano plazo.
¿Será que ya nos resignamos a tener pésima vialidad, tan diferente del norte y de la costa? o por fin se escuchará la voz fuerte y decidida de nuestras autoridades, de los sectores productivos reclamando con todo derecho y justicia al Gobierno Central que se termine el abandono del Azuay, que no podemos continuar en este aislamiento regional. (O)
Por: Gonzalo Clavijo Campos