El Qhapaq Ñan es una vasta red viaria de aproximadamente 30.000 kilómetros, construida a lo largo de varios siglos por los incas con el objeto de facilitar las comunicaciones, los transportes y el comercio, y también con fines defensivos. Este extraordinario sistema de caminos se extiende por una de las zonas geográficas del mundo de mayores contrastes, desde las cumbres nevadas de los Andes que se yerguen a más de 6.000 metros de altitud, hasta la costa del Pacífico, pasando por bosques tropicales húmedos, valles fértiles y desiertos de aridez absoluta.
Recorrer el Qhapaq Ñan en Ecuador supone una extraordinaria aventura a través de la cual se descubren muchas particularidades acerca de la historia, la naturaleza y la cultura de nuestro país. Existen múltiples opciones para hacerlo y en esta nota, proponemos una de las más interesantes y enriquecedoras: el tramo entre Achupallas (Chimborazo) e Ingapirca (Cañar).
Esta ruta de aproximadamente 100 kilómetros, se encuentra entre los 3.200 m.s.n.m y 4.500 m.s.n.m, por lo que presenta hábitats típicos de altura como los páramos y los pajonales andinos. El recorrido empieza en la parroquia de Achupallas, ubicada a 28 km al sur del cantón Alausí. Esta zona fue de gran importancia histórica dentro del «Tahuantinsuyo», debido a que aquí se construyeron trojes y reservorios para el almacenamiento de productos agrícolas.
En la primera etapa del recorrido, se encontrará dos tambos: el primero denominado Cuchishiana a 9 Km. de Achupallas, y el segundo Paredones, situado aproximadamente a 20 Km. de esta parroquia. Los tambos, eran los lugares en donde los chasquis (mensajeros de los Incas), descansaban durante sus travesías.
En el trayecto se observa la flora típica de la zona: gramíneas, arbustos, plantas herbáceas, árboles enanos, musgos , líquenes y pastos y animal. En cuanto a fauna, es muy posible observar aves como gavilanes, halcones, colibríes, mirlos, tangaras, urracas, etc., y en algunas ocasiones, animales como venados, conejos, lobos de páramo, zarigüeyas, etc.
En la mitad de este tramo se encuentra la mítica laguna de Culebrillas, lugar al cual, si se inicia el recorrido temprano en la mañana, se llegaría hacia el anochecer. Esta laguna era adorada por los Cañaris como el sitio donde se originó su cultura. Aquí se ofrendaban, según los cronistas iniciales, objetos de orfebrería y cerámica ritual, que en conmemoración a sus ancestros eran arrojados a las aguas de la laguna.
En el desfogue de esta laguna de más de 3 km. de extensión, se han localizado cimientos de piedra almohadillada de un templo Cañari-Inca. Se observan también, restos de una edificación semi –sumergida, que incluye gradas para descender al interior de la laguna. En Culebrillas, existen lugares adecuados para acampar.
Al día siguiente el recorrido continuará hacia el Complejo Arqueológico Ingapirca, ubicado a 19 km al sur de Culebrillas. Por su estilo de construcción se ha inferido que este sitio fue construido por los Cañaris e Incas, entre 500 – 1532 d.C. El mismo, está conformado por un inmenso conjunto de estructuras de piedra, basamentos de vivienda, terrazas y caminos empedrados que cubren una superficie aproximada de 20 has.
Ingapirca fue un importante centro religioso, político, científico, militar y administrativo, cuyo núcleo lo constituyó el Castillo, o el Templo del Sol. El mismo, está edificado con piedra andesita verde y piedra volcánica y es el principal atractivo de este complejo arqueológico, considerado como el más importante del país. Se encuentra sobre un terraplén de forma ovalada cuyo eje mayor se orienta casi exactamente en dirección este – oeste, con la finalidad de realizar aquí los principales rituales del culto al Sol.
En el sitio arqueológico se encuentran además secciones como los Aposentos, la Plaza, sector de la Condamine, Pillaloma, las Collcas, etc. Existe también un museo de sitio que está ubicado a 500 mts. del complejo, el cual cuenta con una reserva arqueológica de 2.472 piezas en cerámica, metal y piedra pertenecientes a las culturas Narrio, Cañari e Inca.
#MeQuedoEnEcuador para explorar su riqueza histórica, natural y cultural a través de rutas tan fascinantes como el tramo del Qhapac Ñan entre Achupallas e Ingapirca.