¿Cuántos días son necesarios para que sea asumible para un padre o una madre volver al trabajo tras perder un hijo? «El luto de un hijo quizá dura toda una vida. Cinco días son absolutamente insuficientes», argumenta una asociación que ha abierto el debate en Portugal para ampliar a veinte los días de permiso.
La iniciativa parte de Acreditar (Asociación de Padres y Amigos de Niños con Cáncer) y en apenas una semana ha superado con creces las firmas necesarias para que llegue al Parlamento (se acerca ya a los 50.000 apoyos) tras sacudir conciencias.
Y la política empieza a atender la demanda. El partido animalista PAN ha anunciado este martes que prepara un proyecto de ley en el mismo sentido al considerar que se trata de «la más elemental justicia social» tras escuchar a esta organización.
«El luto de una vida no cabe en cinco días» es el lema que guía a Acreditar, que representa a padres que perdieron un hijo por culpa del cáncer y que han debido afrontar regresos para los que no estaban preparados.
Reclaman que su duelo es diferente al que sufre quien pierde a un padre, un marido o un suegro, otras situaciones para las que la ley portuguesa contempla cinco días de permiso laboral.
«Todos nosotros de alguna forma estamos preparados para perder a nuestros padres. Así funciona la naturaleza. Pero ninguno de nosotros está preparado para perder a nuestros hijos. Ahí es donde creemos que existe una diferencia abisal entre una y otra situación, y por eso debería existir un proceso diferenciado», apunta a Efe Margarida Cruz.
Cruz es la directora general de Acreditar, que lleva años viendo cómo muchos padres deben recurrir a bajas médicas para retrasar esa vuelta al trabajo, algo que a veces tampoco está garantizado porque, recuerda, «depende de la voluntad de cada médico, que es altamente subjetiva».
Buscan por eso una «garantía para todos» a través de una extensión de luto parental hasta veinte días, periodo vigente en Irlanda, tras haber estudiado los diferentes plazos que aplican en varios países de Europa.
«Creemos que es un número para que los padres puedan resolver los problemas sobre todo administrativos, conseguir organizar su casa, dar un apoyo a los otros hijos que en el caso de una enfermedad como cáncer quedaron un poco apartados, porque los padres no tenían capacidad para estar con ellos», explica Cruz.
Para Acreditar se trata de una petición «un poco modesta» y aseveran que se trata de una «cuestión de dignidad». EFE