Quienes, por desgracia, no conocemos de economía, peor de economía política, tenemos derecho a tratar de entender los fenómenos que condicionan la salida de la preocupante situación en que se encuentra nuestro país luego de la desventura que ha representado el pasar por 14 añois de correa-morenato, una espantosa experiencia que por poco nos liquida al permitir tan avanzados niveles de corrupción que se cargaron nuestro dinero a paraísos fiscales en donde esperan ser utilizados por la caterva de ladrones que encaramados en altas y medianas funciones del Estado aprovecharon la ocasión para “robar bien”, muchos de ellos sin dejar pruebas según consta en la moderna pedagogía del delito auspiciada por la asambleísta Cerda.
El Ecuador para salir de la postración necesita desarrollo y crecimiento y para desarrollarse precisa de inversión. Por desventura, de nuevo tenemos que volver a los 14 años de demolición del Estado propiciada por Correa y Moreno. Se desalentó en todas las formas posibles la inversión extranjera y privada con una serie de leyes y decretos torpes. Por ejemplo, el impuesto a la salida de divisas ISD que desalentó a los inversores. La serie de prohibiciones y obstáculos sobre importaciones, así como los desembozados proyectos de convertir al país en una nueva Cuba o Venezuela.
La otra posibilidad de inversión es la Estatal. A eso recurrió Correa en épocas de bonanza, cuando los ingresos eran altos por el alza de precio de materias primas, especialmente petróleo. Aprovechó además él y la organización para delinquir –según definió la justicia a su gobierno- para las coimas, el peculado, los sobreprecios, etc.
Ahora el Presupuesto del Estado registra enormes cifras de déficit: más de 4.000 millones. Este año dice el gobierno que aspira a tener de 3.900 millones, lo cual suena como un cálculo extremadamente optimista ¿De dónde tendría para invertir?
La única posibilidad de inversión y, por lo tanto, de conseguir desarrollo queda en la inversión privada e internacional. Esto será posible si se desmonta la cantidad de normas del correato para convertir al Ecuador en otro “paraíso socialista” al igual que Venezuela, Cuna, Nicaragua y Corea del Norte. (O)