Este año lectivo 2021-2022 arrancó con la ilusión de retornar a las aulas, de cargar las mochilas, de volver a ver a los compañeros y de hacer nuevas amistades. Ese deseo para algunos niños y adolescentes ya se cumplió, otros lo harán desde el 20 de septiembre. Ese regreso progresivo a clases marca muchos ítems a considerar: pruebas permanentes de COVID lo que significa un gasto más para una economía difícil, una alternativa de prosperidad y trabajo para los laboratorios clínicos y vendedores de mascarillas.
Estamos frente a una exigencia de responsabilidad social, ¿estamos preparados?
Por salud mental, por el derecho a la recreación y la socialización los estudiantes están felices de regresar a sus establecimientos educativos, aunque toque hacerse las pruebas de rigor, claro esto es manejable y entendible en los más grandes, pero que cruel someter a los más pequeños de educación parvularia o inicial a un proceso que podría generar vivencias negativas en torno a la educación presencial.
La educación sobre las normas de bioseguridad parte desde cada hogar, somos los padres quienes con amor, verdad y disciplina les recordaremos normas básicas de vida: lavado de manos, es erróneo pensar que el gel o alcohol es suficiente; el uso permanente de la mascarilla y el debido manejo de las emociones a fin de mantener un distanciamiento social.
Estamos en pleno proceso de educación híbrida (clases on line y clases presenciales) con sus reglas, aciertos, fracasos y desafíos. Agradecemos y reconocemos públicamente a esos profesionales con vocación, responsabilidad, metodología, didáctica, paciencia y amor para educar. Bien dicen que la primera impresión cuenta y eso lo hemos visto en los docentes que dan mucho de qué hablar tras una lectura semiótica. Definitivamente, la vocación, actitud, compromiso, responsabilidad y pasión harán más llevadero este proceso educativo que irá caminando al ritmo de una hoja de ruta incierta.
Será que para enero los alumnos podrán disfrutar verdaderamente de la magia de ir a la escuela. O será que tras un año de educación virtual el homeschool podría ser una de las alternativas viables para algunos estudiantes que han sido víctimas de bullyng; un tema a tratar en otro artículo.
Virtualidad o educación presencial, un tema de análisis y de una decisión. (O)