Solo toma un momento para que tu dieta cambie de estupenda a terrible. No importa qué tan buenas sean tus intenciones, no puedes esperar seguir tu dieta a la perfección cada minuto de cada día. Habrá ocasiones en que comas algo que no deberías. Por lo tanto, para empezar, el truco es identificar no solo qué es lo que te mete en problemas, sino cómo detenerte antes de dar un paso.
Si has dejado tu dieta (y todos lo hacemos), he aquí algunos consejos que te ayudarán a retomar el hilo:
1. Todos cometemos errores: Todos cometemos errores de vez en cuando con las dietas. Lo que no debes hacer es mortificarte, ya que sentirás que has fallado, lo que podría provocar que te des por vencido y pierdas completamente el control. Un paso erróneo, comer algo que no deberíamos, o sobrepasar el límite de calorías del día, es simplemente un error, pero sucede. Reconócelo por lo que es, pero no dejes que las cosas se salgan de control. Junta varios errores y tendrás una recaída… y estarás de nuevo donde empezaste.
3. Identifica cómo puedes cambiar tu reacción la próxima vez: Si tu problema es comer a causa de las emociones, quizás debas encontrar alternativas para enfrentar estas emociones que no impliquen comer. Se ha dicho que la gente come para ‘ahogar sus emociones’ y evitar sentirse tristes, solos o frustrados. No obstante, muchas personas también dicen que en realidad es el temor de experimentar la emoción lo que les desata el apetito. Cuando simplemente sientes dicha emoción y aprendes a lidiar con ella, nunca es tan malo como pensaste en algún momento que sería. Cuando las emociones te afectan y la comida te llama, intenta escribir tus pensamientos, llama a algún amigo, pon música relajante, sal a caminar o tómate una taza de té.
4. Sé amable contigo mismo: Si has comido algo que no deberías y la pequeña voz en tu cabeza te dice, “¡Eres un fracaso, nunca vas a bajar de peso!”, necesitas ser más amable contigo mismo. En lugar de eso, di lo mismo que le dirías a un amigo cuando le ofreces apoyo. “Pues estabas estresado y te comiste una galleta; ¡no es el fin del mundo! Vamos a caminar a la hora del almuerzo para quemar las calorías extras y de regreso nos detenemos a comer una ensalada”.
5. Espera hasta que pase: Las tácticas de “tomarte un tiempo” pueden funcionar verdaderamente bien cuando te sientes tentado a comer algo que no deberías. Si llevas un diario de alimentación, consúltalo antes comer. Toma un momento para analizar lo que vas a comer y por qué lo harás, esto puede ser suficiente para que te detengas. También puede ayudarte si te esperarás 10 minutos cuando sientas las ansias, para ver si aún sientes la necesidad de darte el gusto. La mayoría de las veces te ocuparás en hacer otras cosas y lo olvidarás.