David Amoroso, de Azogues, y Bruno Carrera, de Cuenca, representarán al país en el Campeonato Latinoamericano de 85 c.c. Motocross a desarrollarse en Valle de Bravo, México, el próximo 24 de octubre.
Los pilotos de KTM demostraron estar en buen ritmo durante el duelo que mantuvieron este domingo en la primera válida del Campeonato Provincial de Motocross, en la pista Honda, de Capulispamba.
Amoroso y Carrera terminaron con 47 puntos, pero el representante de Cañar se acreditó el primer lugar al ganarle la segunda manga a su colega de Azuay. “Desde chiquitos siempre hemos competido así”, indica.
“Comencé a los tres años a montar moto, a los cinco comencé a correr. En el 2017 tuve una caída muy fuerte, me fui de cabeza, estuve inconsciente dos días en cuidados intensivos y en el hospital estuve casi tres semanas. Me retiré del motocross casi cuatro años y en diciembre recién pude volver a las pistas”, cuenta Amoroso.
El apoyo de su familia ayudó a que su retorno se de lejos de cualquier temor y hoy siga demostrando un gran nivel a espejo de grandes referentes como Pablo Vivanco, a quien siempre admiró. Aunque le gusta el deporte, no se proyecta en el profesionalismo. “El motocross creo que no me va a dar nada bueno, entonces trataré de disfrutar mientras se pueda”.
Carrera concuerda que en Ecuador no hay apoyo para lanzarse a vivir del Motocross, por eso quiere buscarse oportunidades fuera del país, de allí que uno de sus objetivos es destacarse en certámenes internacionales empezando por el Latinoamericano.
La preparación física es primordial en su rutina diaria. “En las noches hago spinning y troto. También entreno un poco en el gimnasio para ganar masa muscular, pero no excesiva. El motocross es un deporte completo, necesita fuerza en los brazos, en las piernas y mucho cardio. También se necesita entrenar y girar, mientras más tiempo giras en la moto más te acostumbras y mejor te va a ir”.
La próxima temporada competirá en la MX2 A (250 c.c.), por eso este año decidió competir en la 85 c.c. y en MX2 B. En esta última fue el ganador a pesar de correr con una moto 125 c.c. “Es un poco más lenta, pero tenemos el nivel y más que nada el manejo en dos tiempos nos favorece”.
Carrera empezó a competir desde los siete años. Tenía cinco cuando su padre le regaló una PW Yamaha. Sus principales referentes dentro del motociclismo son el alemán Ken Roczen y el español Jorge Prado García.
El sacrificio de los padres detrás de los triunfos
Los hermanos Ronald y Trihana Alvarado le tienen con el “corazón en la boca” a su madre Jessica Quezada, sin embargo, con sus logros cada vez la convencen que es el deporte que les apasiona. Ronald fue primero en 65 c.c. B y su hermana fue tercera en Damas A. Ronald da mucho crédito de sus progresos a su entrenador Felipe Merchán.
“Para mí es muy difícil verlos que practican este deporte porque es bien peligroso, pero les gusta y siempre hay que apoyarles”, dice Quezada. Si bien cuentan con respaldo de Megatienda del Sur, la mayoría de la inversión es familiar. “Es un deporte bastante caro. En cada carrera se tiene que hacer un chequeo mecánico, se necesita mínimo 300 dólares”.
Henry Escobar piensa lo mismo. Es de Puyo, pero religiosamente todos los años viene a la capital azuaya para que compita su hija porque “Cuenca es la cuna del motocross, el mejor nivel está acá”.
“Para venir acá cambiamos pistón, cadena, catalina, llanta, más o menos son 400 dólares, sin contar la estadía porque venimos desde el día jueves para los entrenamientos”.
Lamenta la falta de apoyo de las autoridades nacionales y anticipa que “le seguiremos apoyando mientras tengamos los medios”. El año pasado compró una moto 65 c.c. en 7.500 dólares, porque su hijo Dariel, de ocho años, se estiró durante la pandemia y hoy tiene una estatura de 1,37 metros.
Dariel fue campeón de 50 c.c. en 2019, aún podía competir en dicha categoría, pero por la estatura ayer debutó en 65 c.c. logrando un honroso quinto lugar. (D)