El presidente Guillermo Lasso tiene previsto presentar su ‘Ley de Oportunidades’, una suerte de reforma paralela al Código de Trabajo, a su regreso de Nueva York, informó este lunes el ministro de Trabajo, Patricio Donoso.
En un desayuno de la Cámara Oficial Española de Comercio en Quito (Camespa), Donoso destacó que el plan es hacerlo el «viernes o lunes de la próxima semana», pero dependerá de la agenda del mandatario.
«No le pidan al presidente Lasso que haga lo mismo que otros. No lo vamos a hacer», aseguró el ministro en alusión a las demandas de grupos sociales y sindicales de que se abstenga de presentar esa ley, a la que se oponen porque consideran que perjudica el empleo y las condiciones laborales de millones de trabajadores, discriminando además entre unos y otros.
LEY PARA DESEMPLEADOS
Donoso destacó en ese sentido de que el Gobierno piensa en los «7 de cada 10 ecuatorianos» que no tienen empleo, y que la Ley de Oportunidades será aplicada a ellos, y no a los tres que ya lo tienen y quedarán supeditados a las leyes anteriores porque no hay aplicación «retroactiva».
La «Ley de Oportunidades» es el eje de las reformas de flexibilización que propone Lasso para reactivar el mercado e incentivar el empleo, que desde 2019 se va reduciendo y con la pandemia ha llegado a niveles insoportables por el alto grado de trabajo informal que había en el mercado nacional.
«No podemos irrespetar a 7 de cada 10 ecuatorianos», insistió Donoso frente a las demandas de los grupos sociales que no quieren ver una ley complementaria que creará una situación en la que unos empleados tengan unas condiciones y otros otras.
Pero el ministro explicó que «topar» el Código de Trabajo, que data de hace décadas, sería entrar en un laberinto, porque se quedaría trabada en debates interminables cuando se necesitan soluciones urgentes.
«Nos tomaría por lo barato al menos dos años, como el Código de la Salud. No terminaríamos nunca y resultaría casi inmasticable como el de Salud», dijo.
Por ello, el Gobierno contempla cuatro tipos de contratación -«indefinida, parcial definida, eventual y parcial»- cada una con condiciones que se adapten a las necesidad de cada sector, y que permitirán regularizar puestos de trabajo temporales sin recargas, como ocurre ahora que por plaza temporal se abona un 35% adicional.
«No habrá por horas, eso no existe», precisó Donoso frente a las quejas.
ECONOMÍA VIOLETA
La nueva ley sí contempla por el contrario la anulación de la llamada Jubilación Patronal, que para el Gobierno es una repetición de la que ya existe a través de la Seguridad Social; nuevas normativas para alentar el emprendimiento; un reparto más eficiente de las 40 horas laborales a la semana (variables por día); y un reparto más equitativo de las utilidades de las empresas entre los empleados.
También toda una serie de reformas para equiparar los índices de empleo entre hombres y mujeres, y sus condiciones laborales, dado que ellas sufren mucho más el impacto de la pandemia y cuando llegan al empleo lo hacen en condiciones discriminatorias.
«Este proyecto establece lo que llamamos la ‘economía violeta’ a través de incentivos tributarios para que las empresas contraten mujeres y mejor, en posiciones jerárquicas», sostuvo al argumentar que ahora «en la práctica no se contratan mujeres sino solo para actividades menores».
Y por tanto el nuevo plan pretende que «las mujeres ganen progresivamente el mismo salario de un hombre, en responsabilidades similares».
El proyecto llevaba semanas en definición y está completamente elaborado y listo para que el presidente lo revise y lo mande a la Asamblea Nacional, donde no cuenta con mayoría, si bien Donoso no ve una circunstancia en la que los asambleístas se atrevan a tumbarlo.
Porque lo que quiere el Gobierno, dijo, es que «el buen trabajador se ponga la camiseta de la empresa, y el buen empresario se ponga en los zapatos del trabajador», y crear con ellos un «ambiente amigable» entre emprendedores y trabajadores. EFE