2021 debe definirse como el año de avances y aciertos, todo depende como actuemos. Hasta el momento las elecciones de abril con un proceso que culminó con la perspectiva del cambio y del diálogo con un gobierno diferente por sus proyectos y su equipo ejecutivo así lo acreditan. Indudable es el logro en salud y el acierto conceptual con su ejecución óptima al haber vacunado con la segunda dosis a más de nueve millones de personas, al punto que la ciudadanía ha respondido en gran medida cumpliendo las normas de bioseguridad, existen sesgos irresponsables que deben ser superados por disciplina más no por la experiencia propia, debemos tener presente que el contagio del virus llega, casi siempre, cuando se abusa de las situaciones o se aplican mal las normas de salud. En la percepción científica, la vacunación, cumple su finalidad de preservar la salud y es el camino para emprender en nuevas iniciativas y garantizar la continuidad laboral. Es prioritaria la buena salud de la sociedad, que se conseguirá al vacunar a más del 85 % de la población.
A más de este avance, el gobierno con la ciudanía deben proyectar el proceso de enmiendas y reformas para garantizar la seguridad personal y comunitaria. Los delitos deben ser erradicados con la certeza de la Pena y la eficacia de la Educación. Se debe exigir por sana razón, que el delincuente sea sancionado con el rigor de la Ley y no amparado por presuntos derechos, como disminuir la pena si se cumple una parte acreditando buena conducta carcelaria y otras consideraciones que deforman la finalidad del Derecho Penal. La ciudadanía en consulta popular pondrá punto final a tanto amparo para la delincuencia y la escasa o casi nula protección al ciudadano honesto, mismo que debería siempre vivir y desde luego transitar en paz, sin temor a ninguna restricción, incluso la de carácter falsamente político. Porque la Política debe servir a todos en función de la paz.
Una sociedad sana y limpia de delincuencia, son objetivos de la seguridad Jurídica. (O)