No es ningún partido o movimiento político, peor, organización con fines de lucro, antes, por el contrario, es un grupo de prestantes ciudadanos de la provincia del Azuay que por razones más que justificadas se han constituido en lo que se autodenomina “Foro Autónomo de Defensa del Azuay” (FADA), para hacer presencia ante autoridades locales y sobre todo nacionales por el abandono a una ciudad y provincia. El FADA se organizó e inició su actividad a propósito del Bicentenario de la Fundación de Cuenca y hoy se muestra ante el país en defensa de los intereses de una provincia.
Azuay históricamente ha sido discriminada, a pesar de ser la tercera provincia que más aporta por concepto de recaudación tributaria representando en el 2020 un cumplimiento del 1007 %, además que está entre las provincias que menos asignaciones recibe, ejemplo de ello está que en el periodo de la “RC” en materia de vialidad recibió solo el 2.73 %. Súmese una lúgubre realidad, cual es el aislamiento por la pésima calidad de vías y casi nulo tráfico aéreo, además de la inesperada insistencia del Gobierno de realizar la explotación minera irrespetando pronunciamientos masivos tanto en Cuenca como en Girón, y, en general una desatención preocupante ante el incremento de la pobreza, desocupación, inseguridad, que han inducido a que la provincia del Azuay esté entre las primeras en ser protagonista de la emigración de sus ciudadanos , conllevando al abandono de comunidades, desintegración familiar, incremento de la violencia intrafamiliar yA vulneración de los derechos, teniendo como paradoja la dotación de una cárcel sobrepoblada de PPL de todo el país.
En este contexto, exhortamos a la ciudadanía a apoyar la iniciativa del FADA, a sumarse a sus pedidos y de manera especial a la INTEGRACIÓN DE UN FRENTE COMÚN de autoridades como alcaldes, prefecta, asambleístas, instituciones y organizaciones de la ciudad y la provincia en función de lograr las justas aspiraciones de un territorio históricamente relegado, ojalá, teniendo como estandarte a la universidad que está en la obligación de velar por la sociedad. (O)