Con mucha frecuencia en nuestra ciudad escuchamos decir o que hace mucho calor o mucho frío o que llueve mucho o que larga sequía, incluso escuchamos decir por ejemplo que en julio o agosto no había tanta lluvia; esto nos indica que hay que adaptarnos al clima que hoy tenemos en el Ecuador, en América Latina y el mundo entero. El cambio de ahora nos dice todos los días que debemos cambiar, pero no le hacemos caso, no hacemos nada por reducir las emisiones ni frenar “el ritmo del calentamiento global”.
Los ecuatorianos debemos primero aceptar que el clima ha cambiado, aceptar las consecuencias de este cambio para luego nosotros cambiar, protegernos y hacer lo posible para que el calentamiento global no continúe. Tampoco hacemos nada por acabar con la pobreza la que agrava la situación ambiental, tampoco descubrimos la relación entre el cambio climático y la alimentación y la producción de alimentos, seguimos calentando el planeta de una manera increíble, no aceptamos ni reconocemos que el clima está cambiando en todos los rincones del planeta.
Para poder actuar todos juntos debemos tomar acciones concretas y reducir los gases de efecto invernadero. El cambio de clima está causando desastres como incendios, sequías, deslaves, inundaciones, encarecimiento de los alimentos por la trasformación de los periodos agrícolas de estos mismos alimentos. Todos los ciudadanos tenemos un papel que cumplir en la acción climática pero no hacemos nada. No trabajamos juntos para resolver los desafíos climáticos, no cumplimos con los compromisos del acuerdo de Paris del 2015, nos quedamos con los brazos cruzados. (O)
