Los errores más comunes de conducción que dañan tus llantas

Las llantas pueden sufrir alteraciones como rasgaduras, pinchazos, golpes o desgaste prematuro, durante los recorridos diarios. Sin embargo, es importante no minimizar este tipo de daños cuando sucedan, ya que podrían complicar cualquier situación en carretera. En Ecuador, la ANT (Agencia Nacional de Tránsito) considera dentro de sus 28 causas probables de siniestros viales las fallas mecánicas en los sistemas de neumáticos. ¿Cómo prevenir esto? y ¿cuáles pueden ser sus causas principales?, los expertos de Automundial nos brindan una breve guía de los principales errores que cometemos al conducir, y cómo evitarlos.

“La vida útil de los neumáticos se puede ver comprometida por errores durante la conducción, en especial aquellos que se cometen al emplear de manera inadecuada el sistema de frenado y arranque; ya sea por realizar alguna maniobra de evasión o por el estado topográfico de la vía en la que transitamos, comprometiendo a largo plazo la seguridad y operatividad del vehículo”, explicó Carlos Leal, Director de Flotas de Automundial.  

Principales errores

  • Velocidad: Exceder la velocidad límite de una vía puede ser altamente peligroso, pero además, es un error que desgasta de manera prematura los neumáticos del vehículo. Esto debido a la temperatura elevada que se genera por la fricción del pavimento con el remanente de caucho. 
  • Arranques bruscos: Esta acción puede suceder cuando el vehículo se encuentra en una zona poco estable, llevando a emplear mayor fuerza y aceleración sobre los neumáticos para impulsarlo y ponerlo en marcha, desgastando únicamente su parte central. Esto también puede provocar que se eleve material suelto en la carretera (gravilla, lodo o agua), dificultando la visibilidad de los demás conductores.
  • Frenos: El uso excesivo del freno, es un error común tanto en conductores experimentados como novatos. La tracción que ejerce este sistema sobre los neumáticos, los desgasta de manera inmediata, pero además, compromete elementos  como: las pastillas de freno, la dirección y transmisión del auto.
  • Conducción agresiva en zonas erosionadas: Reconocer el tipo de vía en cuál se transita es esencial para una conducción segura, sobre todo si se trata de un terreno rugoso o con fallas. En esta situación es muy importante considerar la velocidad y el tipo de neumático con el cual trabaja el vehículo, pues si esto no sucede, lo más seguro es que exista una rasgadura, golpe, deformación o ruptura del remanente de caucho.
  • Maniobras: Debido a la ubicación geográfica de Ecuador, las curvas pronunciadas en carreteras son frecuentes. Durante la conducción existen ocasiones en que estos espacios son tomados con giros cerrados y maniobras bruscas de cambio de dirección. Esto puede generar un desgaste lateral pronunciado en los neumáticos, afectando a la geometría del eje a futuro.

Factores a considerar para evitar daños

  • Presión: Considerar la presión del neumático de acuerdo a los lineamientos señalados por cada fabricante, permitirá que el movimiento del vehículo sea estable, además, reduce la fricción durante la marcha, evitando desgastes laterales, o en casos extremos, incluso explosiones.
  • Carga: Un factor fundamental, sobre todo en el sector del transporte pesado. Superar el índice de carga para el cual está diseñado un vehículo no solo evitará que sea dirigible, sino que generará mayor tracción y desgaste de la huella del neumático. Esto también incrementa el consumo de combustible
  • Alineación: Uno de los puntos ignorados en ocasiones por los conductores durante el mantenimiento del vehículo. La alineación de ejes permite que los neumáticos se mantengan al mismo nivel en el suelo evitando desgastes laterales o centrales que reducen la vida útil del neumático a corto plazo.
  • Terreno: Los transportistas pueden enfrentarse a terrenos con rugosidades, exceso de lodo, piedras o baches. En este tipo de casos es importante controlar la velocidad y asegurar que tanto la carga y presión de los neumáticos se encuentran en los rangos aconsejados por el fabricante, para evitar daños agresivos como cortes o protuberancias.

Prevención

  • El remanente de caucho es un indicador clave en la funcionalidad y rendimiento del neumático, en caso de que este llegue a ser menor a 1.66 milímetros, es necesario considerar un cambio o su reencauche. En esta opción, es importante considerar que se debe evaluar el estado general de la carcasa y el tiempo que ha transcurrido desde su manufactura, que debe ser superior o de 5 años de acuerdo a recomendaciones de fábrica.
  • Al concluir un viaje, se recomienda realizar una revisión visual a la carcasa de los neumáticos: sus flancos, válvulas, tapa valvulas, aros, y presión de inflado; de este modo se pueden reparar o prevenir daños y accidentes.
  • La selección de un neumático adecuado. Para cada tipo de vehículo es esencial para garantizar durabilidad, gracias a esto, el peso de carga estará bien soportado evitando fricción directa y recurrente con el suelo.
  • Revisión de sistemas de frenado. Fundamental para evitar defectos en la suspensión de las llantas, así como su desgaste irregular.
  • Limpieza a profundidad. Parece un factor poco relevante, pero puede aportar al correcto desempeño de los neumáticos. Debido a que en los surcos de su banda se pueden acumular adherencias evitando que se pueda evacuar material terroso o agua durante un trayecto, generando inestabilidad durante la conducción.