Por segundo año consecutivo la ceremonia de entrega de los Premios Nobel se realizará sin la presencia de los galardonados debido a la pandemia, la cual ha obligado a la Fundación Nobel a explorar nuevos formatos digitales para hacer llegar las celebraciones a un público global.
Con la concesión hoy de Nobel de Economía a David Card, Joshua Angrist y Guido Imbens se cierra la ronda de anuncios de estos premios, que tendrán su próxima gran cita con el público el 10 de diciembre, cuando tradicionalmente se entregan en Estocolmo todos los galardones, excepto el de Paz que se da en Oslo.
Los nuevos nobel tampoco participarán este año en las celebraciones, que duran una semana y en la que visitan la capital sueca para protagonizar múltiples actos.
La Fundación Nobel anunció el mes pasado que no viajarán a Estocolmo y, una vez más, recibirán el galardón en sus países de origen.
El director ejecutivo de la Fundación Nobel, Vidar Helgesen, dijo que no contar con los nuevos nobel en Suecia fue, por una parte, una decisión «difícil», en el sentido de que no era lo que querían, pero, por otra, no lo fue tanto teniendo en cuenta «toda la incertidumbre en torno al curso de la pandemia y su impacto en los viajes internacionales».
Cuando sea posible realizar las celebraciones con normalidad, tanto los galardonados de 2020 como los de 2021 «serán bienvenidos» a Estocolmo.
A diferencia del año pasado, cuando la ceremonia solo fue virtual y se emitieron grabaciones de los nobel recibiendo las medallas y diplomas, en esta ocasión se espera poder tener una audiencia local para la entrega, que se realizará en el Ayuntamiento de la capital Sueca, así como en otros actos previstos durante la semana.
El Comité Noruego del Premio Nobel sigue manteniendo abierta la posibilidad de recibir en Oslo a los periodistas María Ressa y Dmitry Muratov, laureados este año con el de la Paz, una decisión que se dará a conocer en las próximas semanas.
Los Premios Nobel no son ajenos a la alteración que la covid-19 ha causado en la vida diaria de todo el planeta y la Fundación, que lleva el nombre de su creador, «se ha visto obligada a pensar en nuevas formas de celebrar a lo galardonados y sus logros», indicó su director ejecutivo.
«Nunca habíamos organizado pequeñas ceremonias en las que los galardonados recibieran sus medallas y diplomas en sus países de origen», como pasó el año pasado y este.
La pandemia -agregó- «también nos hizo esforzarnos por encontrar nuevas formas y formatos digitales para llegar a un público global» y, en esta edición, quieren lograr que «los formatos y eventos puedan funcionar» tanto «in situ» como de forma virtual.
La experiencia del año anterior fue positiva pues, «en muchos de los eventos vimos una gran participación de nuestra audiencia global en nuestros canales. Un ejemplo es la ceremonia de entrega».
Otros como el concierto del Premio Nobel, que hasta ahora solo era presencial, el año pasado se transmitió por internet con lo que «mucho más público» pudo seguirlo.
Una vez más, tampoco habrá banquete de honor, que en el país es tradición seguir por televisión, lo que «algunos suecos» ya echaron de menos, indicó Helgesen.
En todo caso, el año pasado, como este, -agregó- se hizo desde la Fundación todo lo posible para «destacar la importancia de la ciencia, la literatura y la paz y celebrar a los galardonados». EFE