El tiempo que gobierna Guillermo Lasso, cuatro meses, y se quiere, exige y reclama por los efectos de todo un pasado de corrupción, limitaciones sociales y distorsión institucional. Los períodos del señor Correa acumularon la deuda más grande de nuestra historia, el desvío de 70 mil millones de dólares, la crisis del IESS con la eliminación del 40 % de aporte estatal para la prestación de Jubilación, la deuda acumulada del fondo de salud y cuentas relativas a la corrupción institucionalizada.
El gobierno del señor Moreno, no efectivizó su anuncio de la cirugía mayor de la corrupción. Denunció el mal manejo y por la consulta popular reorganizó el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, pero su gestión fue limitada.
El Presidente Lasso ha ejecutado en el tiempo que gobierna la vacunación de 10 millones de ciudadanos y avanza a la tercera dosis siguiendo con el plan de inmunizar hasta los niños desde 5 años. Ha generado confianza y propuesto varias leyes, en especial el Proyecto Creando Oportunidades y Reactivación Económica, pero una coalición de partidos y sectores opuestos, bloquea al mismo y amenaza con su enjuiciamiento. Las posibilidades para el gobierno siguen en pie. Abrir los canales del Diálogo con la Asamblea, porque pese a todo, su deber es legislar y de ser el caso mejorar el texto, el CAL no tiene la competencia para ser un filtro de constitucionalidad, cuanto que la Corte respectiva debe pronunciarse y el Presidente seguir el camino, sabiendo que por el artículo 140 de la Constitución si la Asamblea no cumple dentro los tiempos previstos su deber, esos tiempos son inexorables y el proyecto entraría en vigencia por el ministerio de la ley. Así las cosas, la consulta popular o la muerte cruzada quedan como recursos legítimos. El 70 % de la ciudadanía confía en la gestión del Presidente que debe liderar el proceso necesario para la reconstrucción nacional. (O)