Una réplica de un mamut de enormes dimensiones y de una verosimilitud asombrosa dará la bienvenida al Museo Paleontológico de Santa Lucía Quinametzin, más conocido como el Museo del Mamut, una joya dentro del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México.
Quinametzin es un vocablo que se encontró en el Códice Florentino, o Historia general de la cosas de Nueva España, escrito entre 1575 y 1577 por fray Bernardino de Sahagún. Significa gigante, por eso a la entrada del museo se lee en una especie de marco la leyenda «Tierra de Gigantes».
TIERRA DE GIGANTES
Ese concepto cobra sentido en un colosal esqueleto de mamut que abre la primera sala y que fue hallado íntegro en un 95 % durante las excavaciones para la construcción del aeropuerto donde hasta ahora se han identificado 513 puntos de hallazgo.
El 5 % restante del esqueleto se sustituyó con réplicas de las piezas faltantes.
«El mamut colombino (Mammuthus columbi) es la especie más grande que habitó en Norteamérica. Medían cuatro metros de alto y de cuatro a seis metros de largo, y pesaban entre 8 y 10 toneladas», contó este jueves a Efe el arqueólogo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Édgar Leal Hernández.
En el hallazgo, los especialistas encontraron también restos humanos y herramientas que les hicieron pensar que las culturas prehispánicas también tuvieron contacto con esos huesos.
«Encontraron huesos de mamut enterrados y por la semejanza con el esqueleto humano creyeron que se trataban de huesos de gigantes», explicó a Efe el ingeniero militar José de Jesús Cantoral, jefe de la mesa salvamento arqueológico y paleontológico dentro del nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), que amplía y sustituye la terminal militar de Santa Lucía.
Según la mitología prehispánica, a los quinametzin se les atribuyó, entre otras cosas, la construcción de la colosal pirámide de Teotihuacan.
AVANCES DEL MUSEO
«El primer hallazgo paleontológico ocurrió en noviembre de 2019, llevamos 513 y seguimos registrando otros más aunque no de la misma magnitud ni frecuencia», explicó el ingeniero.
La creación del museo tiene como objetivo «proyectar y la enorme riqueza paleontológica y arqueológica que encontramos en estos terrenos» durante la construcción de la terminal aérea que será inaugurada el 21 de marzo de 2022, dijo.
«Tenemos en México la colección paleontológica más grande de Latinoamérica de pleistoceno tardío, unas 48.000 piezas óseas» que ya están siendo investigadas y catalogadas, añadió.
Explicó que en el centro existe una área de resguardo de colecciones paleontológicas, de restauración y laboratorios, que luego podrán ser visitados por el público para ver a los especialistas en acción.
Cantoral destacó que habrá seis exposiciones permanentes en igual número de salas, además de un jardín temático, una exposición temporal, una área de exposiciones de alta definición.
Así como una zona de realidad virtual y otra de realidad aumentada.
Además se podrá ver la reproducción de las tres excavaciones más relevantes.
«Estamos concluyendo los proceso de restauración de piezas originales y los pendientes son básicamente en museografía y contenidos virtuales originales», dijo Cantoral.
Estimó que entre antes de fines de año el museo, construido con materiales y ahorros de la obra del aeropuerto, podría abrir sus puertas.
SEIS SALAS
El museo, cuya instalación está prácticamente construida, estará integrado por seis salas.
La primera sala mostrará cómo se formó la cuenca del Valle de México y cuál era el paleoambiente hacia a la época en la que vivieron estos animales, el pleistoceno tardío, hace más de 10.000 años.
La segunda estará dedicada totalmente a la biología del mamut, la tercera revisará la biodiversidad que existía entonces en los actuales terrenos del aeropuerto y la cuarta es sobre el poblamiento de México y América.
En la quinta se revisarán las posibles causas de la extinción de los animales que se han encontrado en la zona y la sexta estará dedicada a los trabajos paleontológicos en Santa Lucía.
CENTRO DE INVESTIGACIÓN
Ante la enorme cantidad de material paleontológico hallado y rescatado, el encargado de la obra del AIFA, el general Gustavo Vallejo, consideró oportuno que las piezas se exhibieran y no solo se quedarán para estudios.
«La idea es que el Centro de Investigación alimente al museo», secundó Leal Hernández, quien recordó que en la zona también se han encontrado ruinas arqueológicas, que también serán expuestas tanto en la terminal aérea como en el Museo de la Aviación.
En el proyecto -uno de los más grandes del INAH- actualmente trabajan 57 arqueólogos junto con unos 520 trabajadores del Secretaría de la Defensa Nacional.
EXCAVACIONES
Leal Hernández contó que la actividad de los arqueólogos y trabajadores en el terreno avanza contra reloj y al norte de la base militar es donde se han encontrado el 70 % de los hallazgos, dijo el arqueólogo.
«Al parecer fue la orilla del lago Xaltocan, el cual crecía y decrecía conforme a las precipitaciones y cuando decrecía se formaba un pantano y cualquier animal que buscara agua tenía que pasar por esta zona, un suelo arcilloso, y quedaban atascados», expuso el arqueólogo.
Ese suelo, dijo, «creó con el tiempo una cápsula en la cual lo esqueletos se mantuvieron en muy buen estado de conservación, creando un sitio único en el mundo», finalizó. EFE