Bienvenidos ecuatorianos, y extranjeros también, a un viaje de placer
por una de las vías de primer orden de este Ecuador de la igualdad,
donde el regionalismo y el centralismo, y demás ismos, son solo un
invento de los quejosos de siempre.
El bus a abordarse será una hormiga más en un enjambre de vehículos que,
al salir de Cuenca, inicio de nuestro itinerario, recorrerá un tramo de
800 metros en media hora. Será solo un ensayo.
Su posible impaciencia a lo mejor la disipe mirando las ventas de
chispiolas, pescado seco, morocho, hornado, licras, brasieres; u
escuchando gritos de ayudantes de buses que llevan pasajeros a todas
partes de la geografía azuaya, lojana y orense, Cochapata o Tres
Banderas por ejemplo.
Verá lo “carilargos” que se ponen los choferes que, de regreso a Cuenca,
hacen “fila india” al meterse en un embudo vehicular de al menos 12
kilómetros, y que, aún así se rebasan.
En la bajada del Portete le serán más notorios los remiendos asfálticos,
el levantamiento de trozos de hormigón, y los baches comenzarán a
festinarse sus glúteos. Le daremos agua de valeriana.
Ningún placer le será comparable cuando al pasar Girón se tope con
huecos de todo ancho y profundidad, apenas advertidos por cintas viejas
dizque amarillas; o que solo queda el un carril de la vía; u
hundimientos que le harán sentir el bamboleo de sus intestinos a punto
de destaparse.
Llegará a tramos donde sentirá que le sacuden como si le llevaran en
andas por una grada; entonces usted pensará que por la zona hubo un
terremoto, o que emergió un “ojo de agua” que quiere tragarse todo.
Al acercarse a Santa Isabel sentirá que la vía es una pista de motocross
o para el Rally Dakar, aunque es un mucho decir, porque se asemeja a
viejos chaquiñanes del Ecuador del Siglo XIX.
Pasará ese cantón y habrá llegado al clímax del viaje placentero.
Arribará con sed, bañado en adrenalina, y con ganas de ir al
traumatólogo; pues, de pronto se le desubicaron las vértebras.
De semejante tour aproveche en este largo feriado. Compre boletos en la
zonal del MTOP, aunque la aprobación la vendrá desde su matriz, ubicada
en Quito, que se quedará con el 99 % del valor. Eso más.