Río de Janeiro, la ciudad más icónica de Brasil, se adelantó a otras grandes urbes del país y desde este miércoles no exige más el uso mascarillas al aire libre para evitar contagios por covid, una medida que también empezará a aplicar Brasilia desde la próxima semana.
La decisión fue anunciada la noche del martes por el alcalde de la ciudad, Eduardo Paes, luego de que la Asamblea Legislativa del estado de Río de Janeiro aprobara retirar la exigencia para todos los municipios de la región y de que el comité científico municipal confirmara que era seguro hacerlo con el 65 % de los cariocas inmunizados con el esquema completo de vacunación.
El decreto publicado este miércoles por la Alcaldía deja opcional el uso de los tapabocas en sitios al aire libre pero mantiene la obligación para lugares cerrados y para el transporte público, aunque la medida solo podrá hacerse efectiva desde el jueves, cuando el Gobernador de Río de Janeiro, Carlos Castro, sancione y publique el proyecto aprobado por la Asamblea Legislativa.
«Estamos caminando para el 70 % de vacunados con la segunda dosis, además de tener el 99 % de la población (mayor de 12 años) con la primera, lo que nos hace una de las ciudades con uno de los mayores niveles de vacunación de todo el mundo», aseguró el alcalde en un video publicado en sus redes sociales.
«No hay duda de que estamos venciendo a la pandemia», agregó.
Pese a la decisión de la Alcaldía, los cariocas manifestaron temor de salir a las calles sin la mascarilla y varios señalaron en las redes sociales que sólo se la quitarán cuando acabe la pandemia.
Con la liberación de las mascarillas, la Alcaldía también levantó el veto a discotecas y casas nocturnas, que podrán volver a abrir sus puertas con el 50 % de su capacidad y bajo la condición de que los asistentes comprueben que están completamente inmunizados.
La medida adoptada por Río también comenzará a ser efectiva en Brasilia a partir del 3 de noviembre, y en Sao Paulo, la ciudad más poblada del país, con unos 12 millones de habitantes, se espera una decisión hacia mediados del próximo mes.
Otras ciudades capitales del país no han definido aún cuándo dejarán el uso de mascarillas al aire libre como opcional.
UNA DECISIÓN PREMATURA
La medida adoptada por la Alcaldía de Río ha sido aplaudida por los cariocas pero los expertos la consideran aún prematura.
«Aunque el municipio de Río de Janeiro tenga un poco más del 65 % de su población vacunada no podemos garantizar que es un número suficientemente grande para tener el bloqueo de la circulación del virus», aseguró a Efe Rafael Guimaraes, investigador del Observatorio de la Covid de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz).
El experto reconoce la reducción «sustancial» de casos graves y fatales de covid en la ciudad gracias a la vacunación, pero califica la decisión de «equivocada», pues el control del virus solo se dará cuando se tenga el 80 % de la población inmunizada con el esquema completo.
Guimaraes señaló que el virus no se detiene solo con la inmunización y necesita del constante acompañamiento de medidas como el uso de tapabocas para frenarlo, y recordó el caso de Inglaterra, que, con menos del 60 % de su población vacunada, dijo adiós a las máscaras en julio pasado y ahora registra un nuevo pico de contagios, con un promedio cercano a los 45.000 positivos diarios.
El secretario de Salud de Río, Daniel Soranz, defiende la decisión de la municipalidad al asegurar que la ciudad cumple nueve semanas de reducción consecutiva en el número de casos, con solo un 2 % de camas ocupadas con pacientes con covid-19 y con la «más baja» tasa de transmisión desde el inicio de la pandemia.
Río de Janeiro espera que para noviembre todos los mayores de 12 años estén completamente inmunizados en la ciudad para poder garantizar el «Reveillón», la tradicional fiesta de fin de año, abrir el camino para el carnaval de 2022 y reactivar el turismo que es la principal fuente de renta del municipio. EFE