La Corte Constitucional del Ecuador estará presente en Cuenca en un justo homenaje a la Ciudad por sus 201 años de Independencia. Sesionará con su Pleno el día 3 de noviembre en el Salón de Honor de la Universidad del Azuay y realizará conjuntamente con esta comunidad académica, el día 4 de noviembre, la conferencia: la jurisprudencia de la Corte Constitucional: una visión desde sus jueces.
Su presencia viene bien. La academia y sistema judicial cuencano, se han destacado en el país por un manejo responsable, ético y esforzado de sus actos, siempre, hacia lograr una reivindicación del ejercicio profesional y del ser humano.
Hay que recordar que la Constitución ecuatoriana de 1845 nació en Cuenca. Se dice que fue realmente la primera Constitución del Ecuador, por el hecho que tuvo -por primera vez- la presencia de constituyentes exclusivamente ecuatorianos. Entre las regulaciones que trajo, se destacan que restableció el orden jurídico constitucional, diseñando la necesidad que el Congreso deba reunirse periódicamente y que los magistrados de la Corte Suprema de Justicia sean designados sin intervención del presidente de la República.
En ella, se determina un acercamiento al principio de inocencia, pues reconoció que todo ciudadano lo es y tiene derecho a conservar su buena reputación, mientras no se declare delincuente conforme a las leyes. Pero la Constitución cuencana de 1845 trajo más innovaciones en materia de derechos y garantías para las personas. Así, reguló el reconocimiento -no propio para la época- de la garantía a la propiedad intelectual respecto a quienes inventen, mejoren o introduzcan nuevos medios para adelantar la industria.
Sí. Fue una Constitución con tinte cuencano. Por ejemplo, entre las atribuciones del Congreso se reguló que éste debe fomentar y promover la educación pública, el progreso de las ciencias y de las artes, señalando incluso, que se pueden generar privilegios o ventajas para la realización o mejora de empresas u obras públicas interesantes a la Nación o para el establecimiento de artes o industrias desconocidas en el Ecuador.
Entonces, justa y honrosa presencia de la Corte Constitucional en nuestra Ciudad. ¡Viva Cuenca! (O)