A poco de iniciado el nuevo gobierno, la expectativa sobre el sistema de salud y particularmente del IESS fue alentador, más cuando se escuchó decir al presidente que la salud será prioridad en su administración, para lo cual oficializará la fumigación de toda reliquia descompuesta.
Jorge Madera, funcionario de carrera, fue posesionado presidente del Consejo Directivo del IESS y del Biess. No duró más de tres menes, pues, al querer soterrar la corrupción, “las mafias en vendetta” fueron en contra de él y de su familia, a confesión de parte. Lo reemplazó Francisco Cepeda, economista, profesor universitario, miembro del Directorio de ACHPE (Asociación de Clínicas Hospitales Privados del Ecuador) y vicepresidente de la Asociación de Empresas de Medicina Prepagada, currículum para esperar mejore la crisis entre el IESS y las unidades de salud privadas.
También en esta ciudad se anunciaron cambios sustanciales, comenzando con la designación del nuevo director provincial del IESS. Desconocido en el ámbito político, pero de buenos referencias dentro de la institución; perfil que lo reveló en los mejores términos un ex director del IESS y prestigioso columnista de este Diario. Ciertamente, sus antecedentes diáfanos, su diligencia y seriedad, además de conocedor de la estructura del organismo, presagiaban un giro copernicano.
El doctor Fabián Carpio Gotuzzo solicitó respaldo y poder de decisión para transformar al IESS, comenzando por remover a enquistados de épocas malsanas que venían rotando en diferentes puestos de libre remoción, pero con las mismas mañas y artimañas, como la Coordinadora Provincial de Prestaciones. La digna autoridad se dio de bruces contra el muro de las triquiñuelas al no dársele autonomía para la mutación. Entonces, se fue denunciando que “las mafias a nivel nacional y local, se volvieron más fuertes que la ética y la moral”.
Las respetables autoridades Jorge Madera y Fabian Carpio, se alejaron de sus cargos por la imposibilidad de retirar a los mafiosos, quienes en sus puestos de mediano y bajo rango siguen haciendo la de las suyas. Las mafias, instituidas en la burocracia, son las que ejercen el poder de manera clandestina sobre la base del chantaje, la coima, el soborno, la amenaza, para conseguir el monopolio de sus actividades delictivas.
Igual que lo que sucede en las cárceles, en esta institución si no se desmantela a los jefes de las bandas de diferentes departamentos u oficinas, o fuera de ellas, no se podrá solucionar la crisis del IESS. (O)