A América Latina y Europa les une algo así como un viejo amor. Ninguna región del mundo está más próxima a Europa y sus ideales que el continente americano. La herencia cristiana común une a ambas regiones del mundo, lo mismo que la defensa de valores fundamentales como la “democracia”, los derechos humanos, el cambio climático, entre otros. Cuando en el marco de las Naciones Unidas se vota sobre algo esencial, europeos y latinoamericanos comparten las mismas posiciones, ejemplo el caso de Cuba, juntos contra el bloqueo.
Europeos y latinoamericanos, se concentran en dos temas fundamentales, la lucha contra la pobreza, en la que vive un tercio de latinoamericanos, y el cambio climático. Desde que el clima mundial se transformó dramáticamente, la protección de la naturaleza en América Latina se transformó en un objetivo global. El Ecuador tiene enormes problemas ecológicos, que frenan su desarrollo económico, como la deforestación, el descenso del nivel de aguas, su contaminación, desde luego, cada “gobierno promete” una eficiente gestión de aguas, que es la clave en la lucha contra la pobreza, la sustancia más ponzoñosa para el equilibrio ecológico, no solo de nuestro pais, pues es de América Latina.
Hay que asegurar que los más pobres tengan acceso a un abastecimiento básico de agua en forma gratuita, pero: Hay que tener en cuenta también un efecto psicológico: lo que nada cuesta se dilapida
El desafío al que se ven enfrentados tanto Europa y América Latina, es al cambio climático; la disminución de la biodiversidad, y la energía del futuro; en la que coinciden en que el volumen de emisiones mundiales de gases de invernadero debe ser reducidos considerablemente para lograr los objetivos climáticos de las Naciones Unidas. (O)
