A nivel mundial, el sector de la construcción es considerado como una de las principales fuentes de contaminación medioambiental. Según un análisis de la Comisión Nacional de Vivienda (CONAVI) de México, se generan grandes efectos negativos en el medioambiente, sea directa o indirectamente.
Si bien, hay ciertos beneficios en la construcción, como la generación de las plazas de trabajo que, en el Ecuador, por ejemplo, anualmente se generan 473 mil empleos, lo cual, equivale al 6.1% de empleos del país; sin embargo, lo que interesa en este artículo, son los perjuicios que producen al ecosistema. Según un estudio de la Universidad de la Rioja de España, una gran cantidad de tierras que son aptas para el cultivo se pierden porque son destinadas a un uso no agrícola. Las principales causas son la expansión urbana, construcción de carreteras, industrias y minería.
En el ámbito de industria, la construcción es la que más desperdicia el agua potable, pues, según la revista Vector de México, el sector de la construcción es responsable del 16% del consumo de agua en el mundo y, un 9% de los extractos de fuentes naturales de agua, han sido empleadas en la producción de concreto; además, se consumen otros recursos naturales como madera, energía y minerales.
En el Foro de Edificación Sostenible de la Comunitat Valenciana se expuso que existen factores como el uso poco eficiente del agua por parte de la sociedad, la contaminación y la sobreexplotación de los acuíferos, ríos, lagos y pantanos, principales fuentes de abastecimiento, que conllevan a situaciones en las que el ciclo del agua se rompe o su calidad no es apta para el consumohumano,haciendoqueestebiendeprimera necesidad sea un bien escaso y hasta difícil de conseguir.
En cuestión de los proyectos viales, entre los efectos ecológicos más importantes pueden nombrarse: dispersión y peligro de extinción de especies exóticas, disminución de flora y fauna nativas, alteraciones del ciclo hidrológico, contaminación por ruido y material particulado. Arroyave sostiene que el atropellamiento de fauna es el impacto directo más fácil de reconocer en comparación con otros como fragmentación, deterioro del ecosistema y cambios en el comportamiento de los animales, en especial, porque constantemente en las carreteras se observan los cuerpos de los animales muertos, aunque en algunos casos, los animales quedan en un estado que dificultan la identificación de la especie.
Como sociedad, a lo que realmente deberíamos dirigir nuestra atención y gastar nuestros recursos es buscar formas de implementar un plan de construcción sostenible que sea monitoreado constantemente.
En lo que se refiere a Ecuador, hay un escaso control ambiental en la construcción; si bien, existe la Ley de Gestión Ambiental y a pesar de las sanciones económicas para los contratistas, se pueden evidenciar escombros, restos de materiales y basura mal manejada en distintos sectores de la ciudad y del país.
La Empresa Pública Municipal de Aseo de Cuenca (EMAC EP), realiza la limpieza de calles, desalojo de desechos sólidos o escombros, entre otras numerosas actividades. La Ordenanza que regula la gestión integral de los desechos y residuos sólidos en el cantón Cuenca, señala que en el caso del manejo de residuos y desechos de construcción, los propietarios de las obras son los responsables de desalojar los escombros en el lugar designado por la EMAC EP, llamadas Escombreras.
En caso de incumplir con dicha Ordenanza, los propietarios de las obras recibirán las respectivas sanciones. Los funcionarios de la EMAC EP procederán a entregar una notificación de la infracción por afectar al aseo, salud y ambiente en su domicilio; el propietario, quien se lo define como infractor, deberá acercarse a las oficinas de la empresa y pagar una multa que varía entre 10 y 100 dólares. Se debe tener presente que las multas varían anualmente y también existen los costos de intervención y reparación, en el caso que tenga que intervenir la Municipalidad o la empresa mencionada que serán cobrados con el 30% de recargo.
Por lo tanto, es necesario que los propietarios o arrendatarios se encarguen de mantener los terrenos libres de escombros y de vegetación al espacio correspondiente de las calles, aceras y bordillos al frente de los inmuebles. De igual manera, los terrenos sin edificación deben contar con cerramiento, para evitar que se conviertan en escombreras no autorizadas. Adicionalmente, la Ordenanza contempla la realización de campañas, proyectos y diferentes actividades para incentivar a las personas a tomar conciencia del daño que le provocan al medio ambiente, sin embargo, no siempre se cumple.
Paula Lituma, ingeniera ambiental, acota que la situación ambiental en la zona urbana es buena, sin embargo, si se habla como ciudad Cuenca, el medio ambiente está deteriorado, principalmente, en lo que respecta a la contaminación del aire, por causa del amplio parque automotor dentro de la ciudad, especialmente en el centro histórico, por lo que está de acuerdo con las alternativas de peatonizar la zona céntrica.
Las construcciones de todo tipo generarán impacto, sean mayores, menores o moderados, por lo que siempre es importante la presencia de un profesional en medio ambiente. En la actualidad existen estudios previos y se cuenta con planes de manejo ambiental para prevenir o mitigar estos impactos, pero, no se cumple ni se da el seguimiento oportuno. Lamentablemente, los ecosistemas naturales han sufrido cambios drásticos por lo que urge poner en marcha proyectos para mitigar estos impactos, aunque la recuperación sea a largo plazo.
También, se sugiere construir con materiales más amigables con el medio ambiente, como la madera plástica o el uso de energía solar para el calentamiento del agua, entre otras soluciones. En el caso de la construcción se pudiera recircular el agua, buscar otras alternativas que sean ecoeficientes, aunque, en este sentido, hay materiales amigables con el medio ambiente que todavía no están disponibles en nuestro medio o son muy costosas.
Se concluye, también, en la importancia que debe tener la “gestión ambiental”, un proceso que está orientado a resolver, mitigar y/o prevenir los problemas de carácter ambiental, con el propósito de lograr un desarrollo sostenible, entendido éste como aquel que le permite al hombre el desenvolvimiento de sus potencialidades y su patrimonio biofísico y cultural y, garantizando su permanencia en el tiempo y en el espacio.
Partiendo de este concepto, podemos decir que la gestión ambiental contiene varios matices, uno de ellos es el impacto que genera la construcción en el medio ambiente; aquí existen varios puntos a tratar en cuanto a los beneficios, perjuicios y otras temáticas relacionadas que, a lo largo de los años, han despertado en el ser humano el buscar una forma de llegar a un desarrollo sostenible y ecoamigable en donde, al momento de realizar obras u otros proyectos relacionados a la construcción, no se destruyan los recursos naturales, pues, son una condición sine qua non para nuestra existencia y persistencia en el planeta Tierra. (NNM) – (I)
Por: Ariana Serrano B. y Felipe Andrade V.
Ingeniería Civil y Gerencia en Construcción (UDA)