Cada pueblo, está caracterizado por música, gastronomía, vestimenta, artes pictóricos, literatura, lenguaje y expresiones, costumbres y herencias, cosmovisión, agricultura y diversidad biológica, religiosidad, tradiciones, entre otras, conforman el gran arsenal que brinda identidad a un Pueblo y lo diferencia de los demás, y mucho más cuando este se exhibe orgulloso y se muestra ante el mundo generando imagen positiva, turismo, economía, trabajo y desarrollo colectivo.
La invasión de lo externo, prevalece en aquellos pueblos donde no existe solidez cultural y el nacionalismo que tipifica a los pueblos con grandeza e historia.
La línea ecuatorial ha permitido que el clima sin las cuatro estaciones, facilite la generación fácil y abundante de vegetación, de biodiversidad, de riqueza no valorada ni explotada responsablemente, obviamente con respeto a la naturaleza, crisol de vida y verdadera propietaria de este tesoro. Para el habitante ecuatorial existe una herencia de facilidad, de no tener prisa porque mañana no caerá nieve, el papayo será sembrado por un ave frugívora y el mar está cargado de riqueza como fuente de los tres pilares de desarrollo sostenible en lo económico, social y ambiental.
Por qué esperamos estar fuera de las fronteras patrias para extrañarle a nuestro Ecuador, o por qué somos responsables y ejemplares laboralmente en la vieja Europa o en USA ?. Al parecer nos afecta la Teoría Solar: no existe país ecuatorial próspero y emprendedor, sólo servimos para entregar mano de obra y materias primas al primer mundo.
No actuamos con responsabilidad para nuestra descendencia. Esperamos que cambien la suerte los políticos, y el verdadero motor lo tenemos en manos propias, actuando con identidad de ecuatorianos, con amor y responsabilidad por nuestra Tierra. (O)