Cerca de 9 de cada 10 muertes por cáncer de cuello uterino, una «devastadora» enfermedad que se cobra la vida de 300.000 mujeres cada año, se producen no solo en países de bajos ingresos, sino en «comunidades marginadas» de EE.UU., informó este miércoles el Sylvester Comprehensive Cancer Center de la Universidad de Miami (UM).
El Sylvester alertó de esta situación de «desigualdad» frente a los países de altos ingresos el día que es reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el primer centro colaborador con este organismo para la eliminación del cáncer de cuello uterino.
Y advirtió de que esta enfermedad golpea también con unas «tasas que siguen siendo inaceptablemente altas» en las comunidades marginadas de Estados Unidos, particularmente en Miami (Florida).
«Por primera vez en la historia el mundo está unido para acabar con un cáncer, y la UM está inmensamente orgullosa de asumir oficialmente un papel de liderazgo en este ambicioso y esencial esfuerzo», dijo el rector de la UM, el mexicano Julio Frenk.
El dirigente universitario se refirió a los «focos de disparidad» que se registran en relación con esta enfermedad en América Latina, el Caribe e incluso Estados Unidos y resaltó como prioritaria la eliminación de este cáncer, para lo cual la «humanidad ya cuenta con las herramientas» necesarias.
MUJERES DE PAÍSES POBRES TIENEN ACCESO LIMITADO A VACUNAS Y TRATAMIENTO
Y es que, pese a que es un cáncer (causado por el virus del papiloma humano) que se puede prevenir con una vacuna y curar con una detección y tratamiento temprano, la enfermedad todavía mata a más de 300.000 mujeres en todo el mundo cada año, lamentó el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Para Stephen Nimer, director del Sylvester, el cáncer de cuello uterino «afecta de manera desproporcionada a las mujeres de países de ingresos bajos y medios».
Pero también lo hace en «comunidades marginadas de EE.UU., particularmente en Miami», donde los enfoques múltiples que el centro Sylvester ha desarrollado «están eliminando de forma lenta pero segura las barreras a la prevención, detección y tratamiento», añadió Nimer.
En 2020, solo el 13 % de las niñas de 9 a 14 años en todo el mundo fueron vacunadas contra el VPH, el virus que causa casi todos los casos de cáncer de cuello uterino, y «alrededor de 80 países, hogar de casi dos tercios de la carga mundial de cáncer de cuello uterino, aún no han introducido esta vacuna que salva vidas», destacó la OMS.
Este organismo destacó los «importantes avances para prevenir y tratar la enfermedad», incluida la «precalificación de una cuarta vacuna (Cecolin de un tercer fabricante, Innovax) para el VPH, que se espera que aumente y diversifique el suministro vital de vacunas».
«El cáncer de cuello uterino causa un sufrimiento inmenso, pero se puede prevenir casi por completo y, si se diagnostica lo suficientemente temprano, es uno de los cánceres que se pueden tratar con más éxito», dijo Ghebreyesus.
Sin embargo, según una encuesta reciente, el 43 % de los países informaron a la OMS de «interrupciones en el tratamiento de este cáncer» y las tasas de vacunación contra el VPH cayeron a nivel mundial del 15 % en 2019 al 13 % en 2020, en medio de las interrupciones de los servicios de salud y el cierre de las escuelas. EFE