Miles de alumnos de todos los niveles educativos, retornan desde este lunes a las aulas, tras una larga ausencia provocada por la pandemia del Covid 19.
Durante esa ausencia obligada, los planteles se deterioraron por falta de mantenimiento. En muchos, será necesaria una intervención urgente en la medida de las disponibilidades económicas, si bien, es mucho pedirle al gobierno.
Pese a ciertas dudas y temores, el entusiasmo también ha contagiado a los padres de familia. Estos, mediante mingas han contribuido a adecentar las aulas, los patios de recreo y los lugares destinados al aseo.
Hoy será un día especial, pues, marcará el reencuentro de los estudiantes entre sí y entre profesores. Volverá la alegría, el bullicio; será completa la interrelación y mayores las responsabilidades.
Queda atrás casi un año medio de “encierro”, con claro predominio de clases virtuales, con todos sus efectos positivos, pero, también, los negativos, pues, no todos tuvieron acceso completo; la calidad educativa no fue la misma y miles desertaron.
Según el cronograma del Ministerio de Educación, ya aprobado por el Comité de Operaciones Emergentes, en enero de 2022, el regreso a clases presenciales estará completo.
De hecho, en gran parte de planteles particulares y, últimamente, en algunos fiscales, ya funciona esa modalidad y con buenos resultados.
Tal experiencia, más el proceso de vacunación a los estudiantes, aun a los de menos años, 6 o 9 por ejemplo, brinda confianza y optimismo.
Las autoridades educativas, de salud y de seguridad, han pedido no descuidar las medidas de bioseguridad.
El COE nacional, como ha sido su compromiso, monitoreará el cumplimiento de tales medidas y, por consiguiente, el avance del proceso en sí mismo, a fin de tomar los correctivos del caso, de ser necesarios.
Alentamos a los maestros, como ellos suelen hacerlo cuando de retos se trata, a imbuir optimismo y seguridad a sus alumnos; y al Ministerio de Educación, a estar atento a sus requerimientos.
