Más allá del pasaje bíblico es una frase motivadora aquella que dice: ¡Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es Dios!, sentencia que habría dicho Jesús en respuesta a fariseos y herodianos que querían sorprenderlo preguntándole sobre la licitud de pagar o no tributo al emperador romano. Ante la pregunta hipócrita, Jesús apeló a algo más serio y profundo: la relación de Dios-hombre, Iglesia- mundo, fe y política.
Esta frase para referirme a un representante de esta región que, si bien pertenece a un grupo político comandado por un jerife que impulsa una disociedad envenenada por un enjambre de vendettas, él ha madurado en el ejercicio parlamentario y ahora viene de actuar con ponderación en defensa de la región. Sorteando aquellas votaciones desvergonzadas como aquella de salvar a un reca-dero de la concusión, otras de sus acciones son meritorias.
El Ing. Juan Cristóbal Lloret V. hizo una invitación a sus colegas azuayos a renunciar banderías partidistas en vista de la situación desastrosa en materia de conectividad: infraestructura vial, restricción aérea y precarias telecomunicaciones. Exhorta a sus compañeros y a las autoridades a tener una reunión con los ministros correspondientes a fin de saber cuáles son los planes y proyectos en este sentido y así tener un panorama de lo que pasa. Claro que sus funciones básicas son otras, pero sí pueden presionar para alternativas de solución.
La otra preocupación suya y de su entera competencia es fiscalizar a uno de los organismos más corruptos del país, delatada por las mismas autoridades cuando denunciaron que ahí hay “mafias en vendetta” y “mafias más fuertes que la ética y la moral”. El Ing. Lloret solicitó se llame a la Asamblea al presidente del directorio del IESS, a los miembros y al director general, para que rindan cuenta sobre el deterioro de los servicios de salud y el atraso en el pago de las deudas a los prestadores de salud.
En una comparecencia a la Comisión de Salud, el director Francisco Cepeda dijo que no hay un dólar en el Fondo de Salud del IESS y que, si sus antecesores mintieron, ese no es su problema. Entonces, si no es su problema solucionar las deudas pendientes con Solca, Hospital del Río -del cual fue su gerente-, Santa Inés, Santa Ana, etc., ¡a quién carajo corresponde! Bien por el asambleísta azuayo, quien tiene ardua tarea en este albañal de inmoralidades. (O)