Las indeologìas y las modas

Mezclar las ideologías políticas con ciertos temas que no son políticos, me parece una especie de aberración. El tema del aborto, por ejemplo, lo promueven ruidosamente los grupos políticos de izquierda, lo hacen suyo, lo “acunan”, para utilizar un término dolorosamente paradójico, en este caso. Ahora mismo en la Asamblea Nacional se está debatiendo la posibilidad de que, cuando el embarazo sea producto de una violación, la víctima de la violación pueda solicitar libremente que se le provoque un aborto.

Creo que la situación debe discutirse desde el punto de vista sanitario, moral, científico, legal, etc, pero sumarse a su favor porque simple y llanamente soy de izquierda, o porque, estar en contra luce retrógrado, no me parece una actitud justificable desde ningún punto de vista.

Que ahora los “cuellos de botella” de la discusión giran alrededor de hasta en que tiempo del embarazo podría provocarse el aborto y hay grupos que, de manera inaudita, sostienen furiosamente que no debería haber restricciones en este punto, es decir, que si la mujer embarazada solicita abortar, los médicos estarían obligados a proceder, ¡así faltara una semana para que nazca el niño! ¿Juzga acaso un juez con menos dureza el asesinato de un niño de un mes de edad o el de un adulto de 35 años? Dicen también los grupos de moda que no debería requerirse de una denuncia por violación como paso previo a la práctica del aborto, o sea, que los funcionarios de salud solamente tendrán que creer la versión de la mujer violada o la de la adolecente violada o la de sus padres. Y lo peor de todo ello es que, mientras más radicales son las propuestas de estos grupos “de avanzada”, “progresistas”, más celebrados son sus logros a nivel de la legislación.

Las distorsiones de las sociedades no deben corregirse matando niños, pero sí previniendo los abusos sexuales, educando, promoviendo los derechos humanos, luchando contra las desigualdades e inequidades. Posiblemente asesinar niños, aún en el vientre materno, resulte más “fácil” que emprender en las tareas mencionadas, pero no siempre lo fácil resulta lo correcto. (O)

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