Doce internos del Centro de Rehabilitación Social (CRS) de Turi, en Cuenca, conformaron un grupo musical denominado Vientos de Libertad. Grabaron un disco con villancicos para esta Navidad, cantados en español y quechua.
También incluyeron una canción llamada: Un Canto para la Paz, que es tipo balada y recoge en su letra las experiencias y esperanza que tienen estos detenidos, que cumplen sentencias por varias causas en diferentes pabellones.
Los discos están a la venta en la Arquidiócesis de Cuenca y en el CRS de Turi, por un valor de tres dólares. Los recursos servirán para abrir una escuela de música en este recinto penitenciario.
De concretarse esta aspiración esta cárcel se convertiría en la primera del país en tener un centro de formación musical, para que sea parte del proceso de rehabilitación de los reos.
Artista
Jorge Aguirre Calle, artista profesional y profesor de música, quien está detenido en este centro carcelario, fue uno de los promotores para la conformación de este conjunto musical.
Aguirre explicó que el disco tiene los siguientes temas: Sumac Jesús Lla, No Se Niño Hermoso, En Brazos de una Doncella, Noche de Paz, Niño Viajero y Canto por la Paz. En la producción participó el Centro Cultural Andino, de Cuenca.
“La música nos ayuda a ser más humanos, la música tiene esa magia para compartir, para cambiarnos el estado de ánimo no solo de nosotros sino de todos los compañeros, tiene esa magia para dar esperanza…”, dijo Aguirre.
Este proyecto inició hace unos 10 meses con la elaboración de los instrumentos musicales en los talleres de este reclusorio. Hicieron guitarras, flautas, quenas, pallas, zampoñas, bombos, charangos, pingullos, antaras, rondadores y maracas.
“La intención de la creación de la música a través de instrumentos andinos es conocer nuestra cultura, nuestra identidad, este proyecto nació justamente con la elaboración de instrumentos…”, recalcó.
Escuela
Los fondos que se consigan con la comercialización de este disco, precisó Aguirre, serán utilizados para comprar nuevos instrumentos y algunos equipos electrónicos para dictar las clases.
Uno de los integrantes de esta agrupación es Franco Zumba Capa, de 40 años, quien lleva privado de su libertad unos tres años y medio. Contó que antes de estar detenido ya sabía tocar algunos instrumentos, pero que adentro mejoró su técnica.
A Zumba le agrada tocar la quena, el charango y la guitarra, y ha encontrado en la música una oportunidad para reflexionar y hacer que el paso por este establecimiento carcelario sea más llevadero.
También es parte de este grupo Arturo Serrano Sánchez, de 66 años, quien está preso desde hace siete años y debe cumplir una pena de 25. Es oriundo de Huaquillas, en la provincia de El Oro.
Integrantes
Igualmente está Mariano Cajilema Pilamunga, de 41 años, quien está privado de su libertad desde hace un año y ocho meses, y está sentenciado para 26 años. Es de la provincia de Chimborazo, y es uno de los que habla quechua.
Entre los miembros también están: Gildo Molina Chamba, Luis Condo Pérez, Jhony Nuñez Quirola y Aurelio Agustín Torres. Había dos mujeres, pero ellas se retiraron al recuperar su libertad.
Ulises Astudillo, director del CRS de Turi, reconoció el esfuerzo del equipo de trabajo de este centro carcelario y de los internos para conformar este conjunto musical.
“Esperamos que a través del arte musical puedan hacer un cambio y salir nuevamente a la sociedad con un punto diferente de vista… La música es para el alma lo que para el cuerpo es el deporte…”, expresó.
Acotó: “no todo es malo, hay mucha gente que hace cosas a veces que ni siquiera sabemos, pero la sociedad tiene que enterarse y esta es la oportunidad justamente para que la sociedad apoye con comentarios positivos…”. (CSM)-(I)