Se clausuran algunos Seminarios Católicos del Mundo

José Vega Delgado

En el Ecuador tenía especial significación el SEMINARIO SAN JOSÉ de Quito, con su monumental edificio camino al antiguo aeropuerto de la capital; hoy cerrado por falta de Seminaristas; los pocos que quedan han sido reubicados en una casa menor, cabe a uno de los valles aledaños.

¿A qué se ha destinado el otrora SEMINARIO MAYOR, donde se formó buena parte del mejor clero ecuatoriano? Con criterio pragmático, LOS JESUITAS vendieron EL FILOSOFADO SAN GREGORIO -sito en las faldas del Pichincha, por el cual pasaron distinguidísimos alumnos de varias órdenes religiosas, inclusive seglares, sabios y santos maestros de renombre internacional-, al actual HOSPITAL METROPOLITANO.

LOS FRANCISCANOS tienen a la fecha su propio Centro de Estudios, y, en LA UNIVERSIDAD PONTIFICIA, funciona una Facultad de Ciencias Filosófico/Teológicas.

En Cuenca, el experimento de Quito no dió resultados; a la época de MONSEÑOR LUNA, el llamado Seminario de Monay, se convirtió en FACULTAD DE TEOLOGÍA DE LA UDA, que no llegó a cumplir dos décadas. Con volteriana ironía, el historiador Juan Cordero Íñiguez recuerda que el Subdecano de tal institución, ERA ATEO. Con tan promisorio anuncio, en tiempos del arzobispo VICENTE CISNEROS se deshizo la Facultad, y el Seminario de Monay intentó reverdecer laureles. Con los monseñores LUIS CABRERA y MARCO PÉREZ, el SEMINARIO SAN LEÓN MAGNO – que tal es su nombre de pila-, fue disminuyendo el número de alumnos; quienes bajo la conducción de los sacerdotes de San Juan Eudes, Congregación de Jesús y María, en su mayoría colombianos, protagonizan una reducción AD LIMINEM.

En Alemania, el Estado paga en sus Universidades dos Facultades de Teología: Católica y Evangélica; con lo que su nivel académico es muy alto. (O)