Esta historia comienza en la antigua Grecia con la diosa Deméter, quien junto a otros dioses olímpicos comandados por Zeus, derrotaron a los titanes. Tras la guerra, quedó consagrada como la diosa de la fertilidad y la agricultura. Tuvo una sola hija llamada Perséfone. El padre de la niña fue Zeus, hermano de Deméter. Pero bueno, entre los dioses del Olimpo esto era de lo más normal. Era hermosa, inocente y despreocupada. Todos la querían, incluso el dios que la observaba en secreto desde su trono en el inframundo. Se llamaba Hades. La joven no sabía que era observada y pasaba sus días recogiendo flores.
Una tarde que estaba con sus amigas, la tierra se abrió y una figura sobre un carro de guerra apareció. Era Hades que venía por ella. Forcejeó con la joven que, aterrorizada, trató de huir. Fue inútil. Hades se la llevó al inframundo para convertirla en su esposa. Su madre la buscó por todos los rincones del mundo, pero fue en vano. Su hija había desaparecido y la tristeza de Deméter hizo que las flores se marchiten, que el sol ya no salga, que los árboles pierdan sus hojas y la tierra se vuelva melancólica. Zeus descubrió que Perséfone estaba en la tierra de los muertos y exigió a Hades que la liberara. Hades, temeroso de la ira de Zeus, la dejó ir, regalándole fruta para él camino. Perséfone estaba por abandonar el inframundo cuando comió una de las frutas y no pudo irse. Hades la había engañado. Todo aquel que probara comida del inframundo, jamás podría abandonarlo. Perséfone estaba condenada.
Deméter, atribulada por tanta tristeza, dejó que la tierra se inundara de su aflicción y desconsuelo. Zeus sabía que Hades había cumplido y que el error fue de Perséfone. Pero no podía dejar que la tierra muriera y bajó a negociar con Hades. Perséfone hizo un trueque. Aceptó quedarse en el inframundo con su esposo seis meses a cambio de que la dejara estar seis meses con su madre, y así sucesivamente. Cuando Perséfone volvió con ella, la tierra volvió a florecer, los árboles recuperaron su verdor, los pájaros volvieron a trinar y el clima se tornó manso y agradable.
De ahí surge el mito de Perséfone y el origen de las estaciones. El día en que retorna a la tierra, empieza la primavera, seguida del verano. Y el día en que regresa junto a su esposo Hades, la tierra se entristece empezando el otoño, seguido del invierno. (O)