Tras una caída del 25 % que afrontó en el 2020, producto de la pandemia de la COVID-19, el comercio navideño esperaba con ansias reactivarse este año, pero la crisis mundial de los contenedores frenó esta recuperación, a lo cual se unió la falta de recursos que todavía enfrentan los hogares ecuatorianos.
El comercio y la industria a nivel mundial están enfrentando una crisis sin precedentes pues, entre febrero de 2020 a la fecha, el costo del flete naviero para contenedores incrementó de forma exorbitante, según la Cámara de Comercio de Quito, en algunos casos el aumento supera el 500 %, pasando de un promedio de 2.000 a 15.000 dólares.
A esto se suma el problema de la falta de contenedores, que genera congestión en los puertos, principalmente de Asia, pues debido a las restricciones de la pandemia no han podido descargar las mercancías en los plazos de antes, provocando retrasos en ingreso y salida de productos y limitación a las exportaciones e importaciones.
Estos retrasos provocaron que, pese a que las importaciones en Ecuador, por ejemplo de juguetes, se incrementaron en un 33 %, según datos de la misma Cámara, el crecimiento de ventas no estuvo al mismo nivel, pues los productos llegaron caros y fuera de tiempo.
Roberto Billagui, gerente de Estuardo Sánchez, una de las más grandes comercializadoras del país, afirmó que lo sucedido afectó principalmente al segmento mayorista, en el que tuvieron pérdidas por un 25 %, pues en el minorista sí contaron con la mercancía para satisfacer la demanda, fueron sus clientes que les compran al por mayor los que se quedaron sin producto, pues la mayoría no llegó a tiempo.
Según Andrés Mata, experto en Comercio Exterior, estos retrasos en la llegada de la mercadería provocaron además incertidumbre en los comerciantes, lo cual desencadenó en la disminución de ofertas en los almacenes, que son tradicionales en diciembre.
Alex Manrique, de Imporgénesis, recalca que la incertidumbre también detuvo las compras, pues al detectar que no iban a llegar a tiempo, se frenó su traída, lo cual, en su caso, le dejó pérdidas por el 40 % y por montos superiores a los 30.000 dólares. Lo sucedido este año además frenó otro aspecto de la reactivación económica, la contratación de personal, Manrique puntualizó que el trabajo temporal previo a la Navidad tenía normalmente un crecimiento del 40 %, este año fue casi nulo.
Apoyo
La Reforma Tributaria, recientemente aprobada, estableció una ayuda para el sector importador, que consiste en que el cálculo de aranceles e impuestos ahora se hará con valor FOV (Franco a bordo, puerto de carga convenido) y no con valor SIF (Coste, seguro y flete; puerto de destino convenido), es decir que el alto costo del transporte no influirá en el pago de los tributos.
Aunque considera que el apoyo es importante, Roberto Billagui se muestra preocupado, pues este beneficio no ha sido consultado con la Comunidad Andina de Naciones (CAN), ni con la Organización Mundial de Comercio (OMC), organizaciones con las que Ecuador tiene acuerdos que le impiden modificar estos aspectos de forma unilateral. (ASM)-(I)