Más de 11.000 hectáreas han sido consumidas por incendios forestales que permanecen activos en la zona centro-sur de Chile, emergencia que ha obligado la evacuación de numerosas familias y el empleo de vehículos terrestres y aéreos para combatir las llamas.
Según la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi), en conjunto con la Corporación Nacional Forestal (Conaf), hacia las 05.00 horas (08.00 GMT) se registraban 56 siniestros forestales, 19 de ellos activos, 35 controlados y dos extinguidos.
La Región de La Araucanía, más de 700 kilómetros al sur de Santiago, es hasta ahora la zona más afectada al superar las 9.000 hectáreas arrasadas por el fuego, afectando pastizales, flora y fauna del lugar, además de tres viviendas destruidas y una cifra aún por determinar de personas damnificadas.
«Se trata de un megaincendio, nunca habíamos tenido una situación de esa naturaleza (…) hemos tenido un poco más de experiencia en la preparación de los equipos, para poder prestar la ayuda logística a quienes están en la primera línea», señaló a medios locales el alcalde de Angol, Enrique Neira.
La rápida propagación del fuego en la zona sur del país se debe a la combinación «30-30-30», una conjunción de condiciones meteorológicas con más de 30 grados de temperatura, menos del 30 % de humedad en el ambiente y vientos que superan los 30 kilómetros por hora.
Las autoridades del país mantienen la «alerta roja» en las localidades de Angol y Los Sauces, sin poder contener aún el incendio pese a los trabajos con personal de Bomberos y aeronaves especializadas en el combate de siniestros forestales.
«Contamos con 380 personas trabajando en estos momentos, 28 brigadas, nueves aviones cisternas, un avión C-130 con capacidad de 9.000 litros, dos helicópteros, camiones aljibes y 22 técnicos», señaló a medios locales la directora subrogante de la Conaf Araucanía, Yanira Sandoval.
En el último quinquenio, en promedio 19.807 hectáreas han sido afectadas por incendios forestales en el país, con un peligro inminente durante 8 meses del año. EFE
