Cuatro maletas, dos bolsos de mano y un set matero fueron parte del equipaje que trajeron a la ciudad, los argentinos: el entrenador Gabriel Schürrer y el defensa central Agustín García Basso. Ambos están listos para iniciar los trabajos en el Deportivo Cuenca, este lunes 10 de enero.
Arribaron en silencio. Schürrer vestía una camiseta negra y pantalón obscuro, quizá conocedor del clima cambiante en Cuenca. García Basso, en cambio, un pantalón jean corto y un buso plomo, el atuendo hacía juego con el porta mate color negro que no se despegó, en ningún momento, de su mano izquierda.
“El vuelo muy bien y llegamos tranquilos a Cuenca. Por el momento no puedo hablar. En el club me pidieron que aún no declare” dijo Gabriel Schürrer, mientras se registraba en la recepción de uno de los hoteles de la ciudad.
A García Basso se le percibió más alegre. Después de asentir con la cabeza dijo estar feliz por llegar a Cuenca. “Estoy contento por esta oportunidad que se presenta en mi carrera. De verdad que la venía buscando desde hace algún tiempo y ahora que estaba en Quilmes se me dio” empezó.
Él es consciente de que primero deberá aclimatarse a la ciudad y luego empezar a demostrar su fútbol. “Estoy esperando que inicie la pretemporada y conocer a mis compañeros”. Su llegada al equipo inició con una propuesta que le acercó su representante.
“Después me llamó el técnico. Me explicó la idea que quiere en el equipo y allí me decidí. Es importante para uno saber que te quieren en un club y allí las cosas fluyen”, apuntó García Basso quien aún tiene la ‘espina clavada’ por lo que pasó con su anterior equipo (se quedó en la promoción para llegar a la Primera A del balompié en su país”. .
“Son cosas del fútbol con los que uno debe vivir (sonrié)…Ahora voy a tener un compañero que fue rival en la final -Lucas Colitto, jugó en Central Barracas – y todo suma a la cajita de experiencias…imagínate estuvimos a un penal de hacerlo (ascender con Quilmes)”.
Dentro del terreno de juego, el zaguero de 29 años se define como “muy competitivo y no me gusta perder” además con el balón “tengo salida clara y me gusta ordenar; hablando solucionamos muchas cosas rápidamente”. Sin embargo dejó claro que la afición es la que deberá definir su estilo de juego. (CPM) (D)