La embajada de Estados Unidos en Ecuador anunció este miércoles que su Gobierno apoyará el combate de delitos ambientales en la región amazónica del país, a través de proyectos que permitan preservar la biodiversidad en esa selva suramericana.
El apoyo, que se canalizará a través de la Agencia de Cooperación de Estados Unidos (Usaid), se efectuará en cuatro provincias del norte de la Amazonía ecuatoriana, mediante la participación de «agentes de cambio y defensores» de la selva, precisó la legación diplomática en un comunicado.
El embajador de EE.UU. en Quito, Michael J. Fitzpatrick, afirmó que «asegurar que la riqueza natural de la cuenca del Amazonas esté a salvo de los crímenes de conservación, es fundamental para el futuro de las personas y los hábitats del Amazonas».
«Si queremos asegurar nuestra propia supervivencia y bienestar debemos preocuparnos por el cuidado y protección de todos los seres vivos», añadió el representante diplomático.
El apoyo a Ecuador forma parte de una iniciativa de Usaid, que prevé invertir 2,5 millones de dólares en una nueva subvención regional para ayudar a preservar la zona amazónica.
La agencia estadounidense se asociará con la ONG estadounidense Sociedad para la Conservación de la Vida Silvestre (WCS, por sus siglas en inglés), para «empoderar a las comunidades locales y aumentar la conciencia pública sobre las amenazas causadas por los delitos ambientales y sus impactos en la biodiversidad» de la Amazonía, agregó la fuente.
La embajada de EE.UU. reconoció que el tráfico de vida silvestre, la tala y comercio ilegal de madera, la pesca no declarada y la extracción no reglamentado de oro y minerales aluviales, son delitos que han aumentado significativamente y que representan una amenaza seria para los pueblos y ecosistemas de la Amazonía.
Por ello, insistió en que Usaid, la WCS y otros socios como Internews y Rare, trabajarán en cuatro provincias del norte de esa región ecuatoriana con el objetivo de «movilizar a las partes interesadas» en toda la región amazónica para «preservar la biodiversidad, mientras cultivan medios de vida sostenibles».
La Amazonía ecuatoriana, situada en el este del país, es una región de unos 120.000 kilómetros cuadrados (el 43 por ciento de la superficie total del país), con más de una docena de áreas protegidas, pero en la que también se asienta el grueso de la industria petrolera, una de las principales fuentes de financiación de Ecuador.
El distrito petrolero, en el noreste de esa región, es una zona que ha sido sometida a fuertes presiones de contaminación por la extracción de crudo, según grupos ambientalistas.
Los ecologistas también se oponen a otras actividades extractivas como la tala de madera y la minería, por los riesgos ecológicos sobre la selva amazónica, reconocida como el «pulmón de la Tierra» por su alta capacidad de producción de oxígeno. EFE