En este tiempo de la pandemia por el Coronavirus y sus variantes tenemos el factor de la preocupación y en los casos extremos de la angustia por el deseo innato de vivir y de vivir bien, millones de personas padecen hambre y extrema pobreza que afecta a vastos sectores en todas las regiones, sin embargo el ingenio humano responde con nuevos descubrimientos e inventos. La investigación científica y médica en el diseño de formas expeditas de aplicación laboral, apuntan a cambios profundos de las relaciones sociales, posibilitando el giro tecnológico que liberen energías y respuestas para la satisfacción de las necesidades.
En nuestro país, es evidente el logro presidencial en la superación sanitaria del Coronavirus. Pero la Salud Pública demanda más hospitales y medicación al instante, en la Seguridad Social, la deuda con el IESS, debe ser satisfecha plenamente, tres millones de ciudadanos aportan y los jubilados exigen con derecho, cumplir las metas del riguroso diseño institucional de beneficio común, las decisiones gubernativas tienen que ser afrontadas con entereza, al igual la corrupción exige su erradicación de raíz, con la imprescindible reivindicación de la plena soberanía estatal en el territorio nacional, incluidas las cárceles. La potestad del Estado es su primer derecho constitucional a ser ejercido en su real sentido de unidad indisoluble. No caben jueces genuflexus ante los delincuentes. Puntos de vista propios del cambio global del marco institucional.
Nos convoca al optimismo la educación con su avance en la investigación científica lograda por varios centros académicos como la Universidad Católica de Cuenca, que ha definido su proceso de logros inéditos en Neurociencia y los institutos de investigación científica y producción tecnológica, a más de afianzar los logros docentes en las diferentes carreras profesionales dentro del contexto de la excelencia. Es nota peculiar de Cuenca el que por sus universidades ha logrado con justicia el cognomento “Cuenca Ciudad Universitaria”.
Para el mundo, la sonda que debe estudiar las galaxias luego del Big Bang con su expansión desde hace 13.800 millones de años, marca un hito de superación.
¿Y la dimensión del tiempo? He allí otra incógnita… (O)
