Con la filmación de la película «Pinocchio», el Centro Internacional de Animación, fundado por el director mexicano Guillermo del Toro, inicia su camino como el primer estudio en América Latina donde se podrán realizar proyectos fílmicos en «stop motion» (animación foto a foto).
El CIA es también conocido como «El taller del Chucho (perro)», un proyecto anhelado desde hace varios años por Del Toro (Guadalajara, Jalisco, 1964), quien le dio el nombre aludiendo a que quien colabore ahí tendrá que “perrearle” (trabajar duro), y que encontró eco en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara, ciudad donde tiene su sede.
Angélica Lares es la directora del CIA y explicó este lunes a Efe que Del Toro sentó las bases para crear el taller y fue quien decidió que una parte de su nuevo filme se produjera aquí.
“Está pendiente de lo que hacemos. Estamos continuamente dialogando acerca de lo que viene”, subrayó.
Señaló que el taller tuvo un inicio “inmejorable” al ser la segunda unidad de filmación de la película «Pinocchio», una producción de Netflix y dirigida por el ganador del Óscar, lo que le ayudó a habilitar los espacios y a generar una sinergia de trabajo entre el talento local.
Lares aseguró que este es el primer espacio de producción en su tipo en América Latina por el tipo de servicios con los que cuenta, por lo que buscará traer producciones de todas partes del mundo.
“No teníamos un espacio como este, tenemos la posibilidad de contar con todo el esquema completo de una producción, en especial de ‘stop motion’, los espacios y el equipamiento, el equipo humano y eso está bien porque las producciones generalmente tienen que armar un estudio desde cero”, indicó la directora.
NAVE INDUSTRIAL AL SERVICIO DEL CINE
El taller cuenta con siete naves de tipo industrial.
Tres de ellas que pueden ser habilitadas como foros de filmación con hasta 300 personas trabajando al mismo tiempo, otras más para talleres de construcción de ‘puppets’ (marionetas), vestuario, escenarios o estructuras y dos más para el área de postproducción y administración.
Una de las naves del taller fue ocupada durante varios meses por el equipo de “Pinocchio” cuyos detalles han sido guardados sigilosamente por Netflix, tanto que el plató montado en Guadalajara y sus alrededores estuvieron cerrados a la prensa hasta inicios de este año tras el término del rodaje.
Tras la experiencia con “Pinocchio”, la intención del taller es generar coproducciones con proyectos de México y toda Latinoamérica, sino también ofrecer las instalaciones, el material humano y el equipo de alta tecnología con el que cuentan para que cualquier productora alquile el espacio y economice costos.
En uno de sus espacios coproducen el cortometraje “Ramas torcidas”, del animador León Fernández, en el que han desarrollado desde cero ciertos escenarios y los personajes de esta historia.
Rita Basulto, una de las más reconocidas animadoras mexicanas y quien colaboró en “Pinocchio”, dijo a Efe que este lugar será “un espacio donde van a confluir los talentos y personas supercapacitadas” en «stop motion».
“Hacer escenas para este largometraje habla de que aquí se puede llegar a hacer un trabajo de muy buen nivel. No existe un estudio tan grande como este”, señaló.
NUEVOS TALENTOS
Uno de los objetivos de “El taller del Chucho” es la formación de nuevos talentos que puedan colaborar y desarrollar proyectos dentro y fuera de México, asegura Lares.
“Sí nos interesa traer producciones internacionales, pero también generar propiedad intelectual. Para poder crear este espacio para que los artistas puedan tener la oportunidad de narrar sus historias, de crear sus mundos”, indicó.
Sergio Valdivia de la Torre, un joven animador de «stop motion», es egresado de la carrera de animación en Guadalajara y ha trabajado en cortos y largometrajes de directores locales, y recientemente colaboró en “Pinocchio”.
El animador contó a Efe que el taller ha generado una sinergia para que todos los involucrados en la industria de la animación se conozcan y trabajen de una mejor manera.
«Es algo que no había con los creadores que ya conocemos, casi siempre ellos trabajaban solos y al menos ahora un espacio como este lo que hace es unirnos, aprender de todos, tener proyectos y experiencias colectivas. Y eso hace que se eleve el nivel, que sea más enriquecedora la experiencia de hacer películas de ‘stop motion'», dijo.
De enero a septiembre el taller ofrecerá un programa de formación para jóvenes realizadores con profesionales como el director artístico ganador del Óscar Eugenio Caballero, el animador estadounidense Brian Leif Hansen y el ilustrador español Roger Olmos, entre otros. EFE