Investigadores de la Universidad Keio en Tokio han emprendido el primer estudio clínico del mundo para tratar lesiones de médula espinal con células de pluripotencia inducida (iPS), informó este viernes la institución.
El equipo que participa en el proyecto trasplantó con éxito el pasado mes de diciembre las células en el primer paciente, que evoluciona favorablemente, señaló el centro en un comunicado.
Los responsables del proyecto no ofrecieron detalles sobre el género, edad o la causa de las lesiones del paciente trasplantado, que se encuentra actualmente en rehabilitación.
El proyecto recibió luz verde del Ministerio de Salud japonés en 2019, pero la búsqueda de candidatos fue suspendida en 2020 por la pandemia de covid-19, lo que retrasó la hoja de ruta.
Está previsto que a lo largo del ensayo clínico cuatro pacientes en total reciban un trasplante de células iPS para tratar lesiones en la médula espinal que les llevaron a perder la función motora y sensorial entre dos y cuatro semanas antes, a consecuencia de accidentes deportivos o de tráfico.
El objetivo principal del estudio es determinar la seguridad del tratamiento, que un comité independiente de expertos evaluará tras analizar los datos extraídos de la evolución de los pacientes, como su potencial impacto en la función neurológica y su calidad de vida.
La Universidad Keio espera encontrar al segundo paciente como pronto en abril. El equipo considera que llevará al menos de tres a cinco años obtener los datos necesarios para conocer cuáles son las perspectivas para el uso práctico del tratamiento y su viabilidad.
El tratamiento conlleva el trasplante de unos dos millones de células a cada paciente, creadas a partir de células iPS almacenadas en un banco de almacenamiento en la Universidad de Kioto (oeste).
En el futuro los investigadores quieren aumentar el número de células a trasplantar para mejorar la eficacia del tratamiento.
El equipo quiere investigar en el futuro el uso de estas células en pacientes con lesiones espinales crónicas (seis o más meses después de sufrirlas), la mayoría de los afectados por ellas.
Se espera que la aplicación clínica de las células iPS, que poseen la capacidad de convertirse en cualquier tipo celular especializado, pueda ampliar las posibilidades de los tratamientos regenerativos y suponga un importante avance hacia la medicina personalizada.
El pionero en generación de iPS, el investigador japonés de la Universidad de Kioto Shinya Yamanaka, fue galardonado en 2012 con el Premio Nobel de Medicina por el método que desarrolló para crear este tipo de células mediante la reprogramación de células maduras.
Su descubrimiento resuelve el problema ético de trabajar con células madre de embriones que, como las iPS, también poseen la capacidad de transformarse en cualquier tipo de célula. EFE