Rusia espera de EEUU y la OTAN una respuesta «inmediata» a sus propuestas de crear garantías de seguridad legalmente vinculantes para evitar una mayor expansión de la Alianza Atlántica y el emplazamiento de armas ofensivas cerca de sus fronteras, y advirtió de que está perdiendo «la paciencia».
«Estamos esperando una respuesta por escrito de nuestros colegas. Creemos que ellos entienden la necesidad de hacerlo inmediatamente y de hacerlo por escrito. No esperaremos eternamente», señaló en una rueda de prensa el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov.
«Nuestra paciencia ha llegado a un fin. Somos muy pacientes (…). Estamos esperando que el conductor del vagón nos proporcione respuestas específicas a nuestras respuestas», añadió en referencia a EEUU, tras una intensa semana de negociaciones internacionales en Ginebra, Bruselas y Viena sobre las exigencias de Rusia.
NO ES UN MENÚ SINO UN CONJUNTO DE PROPUESTAS
EEUU ha prometido responder «en una semana más o menos», señaló, al tiempo que advirtió de que las propuestas rusas «no son un menú» de donde elegir lo más conveniente, sino «un paquete».
Durante sus negociaciones con EEUU y la OTAN, Rusia ha explicado sus propuestas -un tratado y un acuerdo- para unas garantías de seguridad que incluyen la renuncia a la OTAN a toda actividad militar en Europa del este, el Cáucaso y Asia central, o la retirada de la armas nucleares estadounidenses en Europa, entre otros puntos.
«Queremos ver su respuesta por escrito, punto por punto, provisión por provisión (…). Queremos que nos digan esto nos encaja, esto no, y si es que no por qué, si podemos enmendarlo, cambiar el lenguaje, añadir algo. Todo por escrito por favor», indicó Lavrov.
«En general estamos convencidos de que si hay buena voluntad, voluntad de compromiso, entonces se pueden siempre encontrar soluciones mutuamente aceptables», recalcó.
Las consultas, en las que Moscú ha recibido un «no» a sus exigencias, se produjeron en medio de las tensiones en torno a Ucrania, en cuyas fronteras Rusia acumula, según EEUU, cerca de 100.000 soldados con los que podría atacar este mismo invierno al país vecino, mientras Occidente prepara sanciones «sin precedentes» para el caso de que el presidente ruso, Vladímir Putin, diese esa orden.
«Puedo asegurar que estamos listos para cualquier desarrollo de eventos en la esfera económica», enfatizó Lavrov.
El ministro acusó a la OTAN de «intentos de expandir artificialmente» la membresía al tratar de atraer con palabras no solo a Ucrania a sus filas, sino también a países escandinavos que no son miembros de la Alianza Atlántica.
Sostuvo asimismo que Rusia espera un aumento «en los próximos dos o tres meses» de la presencia de la OTAN cerca de las fronteras de Rusia utilizando de pretexto las tensiones en torno a Ucrania.
El jefe de la diplomacia rusa aseguró que «hay planes para empantanar» el proceso, ya que el argumento utilizado por EEUU de tener que consultar con sus aliados y de involucrar a todos los miembros de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) «son intentos de retrasar una respuesta».
Lavrov sostuvo que, cuando se creó el Consejo Rusia-OTAN, se negociaron acuerdos políticos sobre códigos de conducta y el comportamiento en el contexto de Fuerzas Armadas y sistemas de armas «nadie habló de consultas con la OSCE o la Unión Europea (UE)».
«Somos conscientes de que las perspectivas de alcanzar un consenso depende de EEUU», país del que espera «una respuesta madura», dijo.
ABRE UNA PUERTA A LA UE
A la vez se mostró abierto a no excluir a la UE de las conversaciones, al afirmar que a Rusia «no nos preocupa tanto quién está en las negociaciones si a la cabeza de las mismas se encuentra EEUU, porque de ellos depende cómo se está construyendo la política de seguridad en Europa y de hecho, en otras partes del mundo».
Mientras espera una respuesta de EEUU, Rusia trabajará para asegurar que esté lista «para cualquier desarrollo de los acontecimientos», aseguró el ministro.
El jefe de la diplomacia rusa no quiso elaborar la respuesta de Rusia en caso de que reciba por escrito un gran «no» de Occidente a sus exigencias, después de que varios altos cargos, entre ellos el viceministro ruso y jefe negociador con Washington, Serguéi Riabkov, advirtieran de una respuesta militar por parte de Moscú.
Preguntado qué significa en la práctica esta respuesta militar, Lavrov contestó: «despliegue de armamento», sin precisar más.
Preguntado si Rusia fortalecerá su presencia militar fuera de sus fronteras en caso de que no sean atendidas sus demandas, respondió que Rusia tiene «amplios vínculos militares con nuestros socios y aliados y tenemos presencia en diversas regiones del mundo».
Ello después de que Riabkov no descartara el despliegue de infraestructura militar en Cuba y Venezuela. «No quiero confirmar nada (…), ni descartar nada», dijo en una entrevista.
«Como ha dicho el presidente Putin, (la respuesta) puede variar. Dependerá de las propuestas que le hagan nuestros expertos militares». «No voy a tratar de leer los posos del café», zanjó Lavrov el tema. EFE