Según el artículo 120, numeral 13, de la Constitución, y al referirse a las atribuciones de la Asamblea Nacional, dice: “Conceder amnistías por delitos políticos…”. Desde la última campaña electoral los candidatos del correismo, a la cabeza don Arauz, no ocultaron sus intenciones para, una vez electos asambleístas, plantear la posibilidad de amnistías para los miembros del clan que se encuentren en problemas con la justicia. En relación con los hechos de octubre del 2019, el vandalismo, los destrozos a bienes públicos y privados, el secuestro y la agresión a policías y comunicadores, varias personas fallecidas, cientos de heridos, ingentes pérdidas económicas, incendio del edificio de la Contraloría, atentado contra Teleamazonas, mensajes clandestinos incitando a la insurrección, etc, etc, tenían que quedar en nada. Los delitos existían, los vimos todos los ecuatorianos, pero había que hacerlos desaparecer de los archivos judiciales y, sobre todo, de la memoria colectiva, a los responsables.
Aprovechándose entonces de la jorga de covids, deltas y omicrones, que han resuelto ponerle patas arriba al planeta, como que “de agache” los asambleístas correistas y algunos de Pachacutik, andan en conversaciones “poco sanctas”, tratando de que con una resolución de la Asamblea se conceda una amnistía a todos aquellos que, pertenecientes o vinculados a los grupos políticos en mención, tuvieron una “brillante participación” en los impactantes hechos de octubre del 2019. Caso de llegar a darse una situación como la descrita, se habrá puesto, una vez más, un “broche de oro” a la oprobiosa política del “aquí no pasa nada” y la entrega del “cheque en blanco” de la impunidad a quienes quieren ventilar la comisión de sus delitos, a la luz de una coyuntura política favorable a sus intereses.
El propuesto festival de las amnistías contaría con el apoyo del “eje” Bélgica- México-Latacunga y su música emblemática sería, entre otras, la marcha “Patria, tierra sagrada”, el reggae “los votos mandan”, la salsa “libertad, libertad”, el bolero “regresaremos en octubre” y el pasillo “adiós grilletes”. (O)