Desde que se declaró la emergencia sanitaria en Ecuador, los estudiantes de primaria y secundaria han estado en un vaivén: primero las clases a través de una pantalla y fichas pedagógicas, luego el retorno lento a las aulas, después la suspensión de la presencialidad, otra vez a la escuela, y, de nuevo, como en marzo de 2020.
Estos dos últimos años escolares, la educación cayó en un círculo vicioso, del cual, los únicos afectados fueron los estudiantes, según los seguimientos que ha hecho la UNICEF: niños que ya no regresaron a la escuela, violencia intrafamiliar en los hogares y un retraso en el aprendizaje.
Con esa realidad encima, el 22 de enero se volvió a decidir, tras estar un mes recibiendo clases en sus hogares, que, con el permiso de sus padres o representantes, los estudiantes regresen a las aulas, con aforos reducidos, para continuar con el aprendizaje presencial. Y, en algunos casos, así fue.
Ayer, fecha en la que se celebra cada año el Día Internacional de la Educación, docenas de niños y adolescentes volvieron a sus escuelas y colegios para reencontrarse con sus amigos, compañeros y profesores
En el caso de Cuenca, la Unidad Educativa Herlinda Toral abrió sus puertas para que alrededor de 200 estudiantes, de los 2.000 que están matriculados, ocupen, una vez más, las aulas.
A pesar de que el número de contagiados sigue poniendo en duda a las familias si el regreso es pertinente, hay estudiantes que quisieron regresar porque, definitivamente, ya no es solo una cuestión de convivencia, sino de una necesidad de alcanzar ciertos conocimientos.
Por ejemplo: ayer, a más de los niños de los primeros grados, regresaron estudiantes del Bachillerato porque el tiempo que les queda para prepararse para rendir el examen de acceso a la educación superior cada vez se acorta.
“Realmente es necesario el retorno progresivo porque, al estar en último curso, necesitamos tener más conocimientos para rendir las pruebas, sin embargo, con el COVID, se ve muy difícil entender”, dijo a El Mercurio Adriana Zumba, estudiante de tercero de Bachillerato.
Además del miedo de no estar listos para alcanzar el puntaje necesario que les ayude a entrar en una universidad pública, hay otra situación no solo en los bachilleratos, sino en general: las pruebas finales del primer quimestre.
De acuerdo al calendario escolar, esta semana las instituciones educativas deben tomar los exámenes con los que, una vez rendidos todos, se cumplen los primeros 100 días de las clases intermitentes por la situación sanitaria.
Sin embargo, el coordinador de la zona 6 del Ministerio de Educación, Miguel Pesántez, dijo que se hizo un pedido a los establecimientos, a través de los asesores educativos, para que no haya una “educación de velocidad”.
“(Hemos pedido) una educación de seguimiento, una educación de comprensión hacia los estudiantes porque sabemos bien que la educación sí ha retrocedido cuatro, cinco años… Y está confirmado, no podemos decir que estamos con la educación bien”, reconoció Pesántez.
Nivelación
No solo los estudiantes están preocupados por los atrasos educativos; los docentes también cargan el peso del rezago que sigue latente por la pandemia. A pesar de que se han esforzado por llamar la atención y hacerles entender a los estudiantes a través de una pantalla, no es lo mismo que hacer el acompañamiento en el aula.
“Es una preocupación permanente, especialmente con nuestros estudiantes de tercero de Bachillerato, precisamente porque tienen que afrontar el futuro, el examen Transformar y las diferentes alternativas que tienen cuando se gradúen”, opinó Robinson Pacheco, docente de Lengua y Literatura.
Para el profesor, este regreso no significa, en principio, nuevos conocimientos, sino nivelar a los estudiantes. Ello supone un reto difícil que deben cumplir para después ampliar las temáticas de cada una de las materias que se imparten.
Sin embargo, el desafío puede hacerse aún más complejo si es que la educación presencial en Ecuador sigue interrumpiéndose como ha venido pasando en los últimos meses.
Lineamientos fin de año
Mientras en el régimen Sierra-Amazonía se aprestan a terminar el primer quimestre, en los establecimientos educativos que funcionan bajo el régimen Costa-Galápagos se alistan para finalizar el año lectivo el próximo 11 de marzo.
Y, dentro de todo ese proceso, el Ministerio de Educación ya estableció los lineamientos para los terceros de Bachillerato, quienes deberán presentar su proyecto de grado para culminar la secundaria.
De acuerdo al cronograma, el acompañamiento y desarrollo del proyecto iniciará el 31 de enero y se extenderá hasta el 4 de marzo. Mientras que la entrega de los trabajos será entre el 7 y 11 de marzo.
Los estudiantes que cumplan con todos los requisitos se graduarán desde el 14 de marzo. Los lineamientos de cómo se llevarán a cabo las graduaciones se publicarán en las próximas semanas. (I)