Narcocracia: Democracia infestada por los carteles.
Narcogenerales: Un híbrido con boina inventado por míster Fitzpatrick.
Narcovelorios: Adiós a los bandidos con tiros de bombarda, baile y licor, jurando vengar su muerte.
Narcopolíticos: Personajes que dicen no ser ni de izquierda ni de derecha. Solo buscan el poder como el chancho a la lavaza.
Narcoprófugos: Sentenciados que, con sonrisa de hiena, pululan por el mundo dando lecciones de honradez, o viven en la “yoni”.
Narcojueces.- Ciertos hombres con toga o solapa, que gustan de una “pitadita”, cuando no de caletas y maletas.
Narcopuertos.- Lugares donde, “sin que yo lo sepa”, se embarcan frutas y camarones con “shungo blanco” incluido.
Narcosoberanía.- Palabreja de quienes defienden los narcoterriotorios pretextando defender la soberanía del suelo patrio.
Narcoleyes: ¿La tabla de consumo de drogas?
Narcocomercio: Actividad aquella que hace rico al pobre de la noche a la mañana, y de vacacionar en la quebrada en Disneyworld.
Narcovalija: Pecadillo “patiñezco” que quedó en la nada en los albores de la “rovolución”.
Narcoavionetas: Pájaros de acero que vuelan a ras del piso y decolan en pistas dizque clandestinas, donde todos miran a otro lado o las confunden con gallinazos.
Narcodólares: Aquellos “verdes” que, “sin que te vea”, “sin que te sienta”, “sin que te nombre”, circulan por todo lado.
Narcovías: “Las carreteras de mi patria” en las que nadie tiene oídos, olfato ni vista cuando circulan los “narcovehículos”.
Narcomatrimonios: Bodas con Chivas Regal, famosos camuflados, caviar y salmón; y, si es posible, con ministro de por medio para que declare “marido y mujer”.
Narcocárceles: “Centros de Rehabilitación Social” donde se declara la guerra al Estado y se juega indoor con cabezas de los decapitados.
Narcocuentas: Constancias físicas o virtuales en las cuales las cifras no tienen decimales y pueden estar aquí, más allá, a nombre de sutano, a nombre de mengano.
Narcolavado: Palabra ya de uso común. Resucita un tanto en tiempos de campaña electoral.
Narcocampañas: Épocas en las cuales ciertos candidatos votan la “ventana por la casa”, multiplican los panes, y si no ganan, al menos se quedan con el vuelto.
Narconovelas: Esas series de TV, ahora en Netflix, que atrapan multitudes, despiertan envidias, hacen apología del delito, y terminan por influir en querer un “chapo”, un “patrón”, cuando no un “popeye”.
PD. ¿A qué otra palabra le añadiría el prefijo narco? (O)