Renovar nuestras democracias

Hay cuatro componentes fundamentales en una democracia: la independencia, separación de poderes, la responsabilidad de los dignatarios y funcionarios, y el respeto a los derechos humanos. Debemos tener claro que: no sólo el sufragio es democracia. Sería absurdo sostener que el hecho de ganar una elección da derecho al ganador de hacer lo que le venga en gana en su país.

Un país vive en democracia, cuando tiene una Constitución que se cumple y poderes independientes que piden y rinden cuentas.

El gran problema de nuestro sistema democrático es que permite hacer cosas nada democráticas, democráticamente.

La democracia suministra los medios más eficaces para verificar y controlar los abusos del poder. Cuando está bien concebida y ejercida por personas honestas y de probada capacidad ética y moral; constituye el sistema gubernamental más aceptable para la época actual.

Las instituciones del mundo entero se han visto afectadas por la pandemia y, muchas de ellas, no han enfrentado este nuevo fenómeno con estrategias de largo aliento, sino con instrumental de siglos pasados y visiones retrógradas.

La democracia ha sido una de las instituciones más afectadas. Los mecanismos basados en el equilibrio de las funciones, mediante un diálogo civilizado para lograr acuerdos nacionales, no ha podido enfrentar al cataclismo mundial y ha recorrido a los oscuros senderos del poder tradicional, centrado en intereses individuales y grupales, antes que nacionales, sacrificando a los más vulnerables en aras de sus ambiciones.

Es necesario renovar nuestras democracias y volver a mirarlas desde el punto de vista del encuentro y no, de la disolución. Una oposición ilustrada, contribuyente y no obstaculizadora es, hoy en día muy difícil de encontrar.

Hay una ausencia de la sociedad civil, la prensa y la academia que están llamados a orientar y aportar con soluciones. Parece que los opositores e interesados en captar el poder, hacen todo lo posible para que fracasen las instituciones y eso significa afectar a toda la sociedad, son pescadores río revuelto y roedores de alcantarilla, que causan más muertes, más enfermedades, pobreza y hambre.

Hoy más que nunca es urgente superar los problemas, anclados en los principios del bien común. Debemos logra acuerdos que fortalezcan a la democracia, para que seamos sociedades más equilibradas, más justas y solidarias. Sólo así seremos verdadera democracia. (O)

CMV

Licenciada en Ciencias de la Información y Comunicación Social y Diplomado en Medio Impresos Experiencia como periodista y editora de suplementos. Es editora digital.

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