La Asamblea aprobó la semana pasada el reglamento para la “interrupción del embarazo” cuando éste es producto de una violación. Nótese que los “cerebros grises” de este proceso, algunos de ellos extranjeros y muy “a la moda”, siempre se cuidaron mucho de no presentar al público el asunto como un “aborto”, sino de “vender” la idea con la florida denominación de “interrupción del embarazo”, como si de esta manera arreglaran sus problemas de conciencia y el asesinato de un bebé en el vientre de su madre se convertiría en un acto sanitario perfectamente justificable. Como ser humano primero, y como médico después, estoy absolutamente consciente de que la situación de un embarazo como producto de una violación es un problema tremendamente complejo, y que incluye, o debe incluir, no solamente los derechos de la mujer víctima de tan execrable crimen sino el mismísimo entramado social, con sus propias e indivisibles características. Pero no estoy de acuerdo con que la solución del problema se base en abrir la puerta a “abortos” legalizados, más aún cuando éstos van a tener el inconfundible sello de ciertas modas ideológicas o corrientes a las que “hay que sumarse” para estar acordes con el paso de los tiempos. Como si no se explica la aparición de datos estadísticos que nos muestran cuantas “miles de miles” de mujeres ecuatorianas, que se han embarazado como causa de una violación, tienen que someterse a un aborto clandestino y cuántas de ellas fallecen a causa del proceso, ¿de dónde se obtiene semejante información, si se supone que tanto los lugares a los que se puede acceder para tal propósito, como los actores del mismo, son clandestinos, ocultos?, ¿cómo es que, si son tan frecuentes los casos de embarazos como producto de una violación, y las muertes de las madres como producto de abortos provocados clandestinamente, los medios de comunicación no reportan estos hechos con la frecuencia que sostienen sus promotores?, ¿cómo, quienes promueven la muerte de los niños en el vientre materno, obtienen los datos que los utilizan para justificar sus planteamientos? (O)
DZM
Licenciada en Ciencias de la Información y Comunicación Social con experiencia en coberturas periodísticas, elaboración de suplementos y materiales comunicacionales impresos. Fue directora de diario La Tarde y es editora.
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