El 18 de mayo de 2021, las fuertes lluvias que soportó Cuenca provocaron inundaciones y aumento de caudales en varios puntos de la ciudad, siendo Nulti uno de los puntos más afectados debido al colapso del puente peatonal que une a esa parroquia con Llacao, a la altura de Capulispamba. Desde esa fecha, la pasarela no ha sido reconstruida. De hecho, una parte de la estructura reposa aún en una de las orillas del río Cuenca.
Según indicó Damián Padilla, presidente del GAD Parroquial de Nulti, este puente es una necesidad para las personas que transitan a pie diariamente y que deben acudir a sus lugares de trabajo o a establecimientos educativos. Padilla sostiene que por la ausencia de dicho puente, muchos han tenido que optar por rutas más largas o incrementar sus gastos al incluir otras alternativas de transporte.
“Es una necesidad para los adultos mayores, los niños, la gente que presta su mano de obra en el centro de la ciudad. Ellos cruzaban ese puente peatonal para tomar el bus urbano que hay en Capulispamba. También, con el regreso a clases presenciales, las familias que tienen a sus hijos en las escuelas de El Carmen de Sidcay y en la “Cazadores de los Ríos”, no tienen la posibilidad de cruzar y están tomando busetas desde Chaullabamba y Loma de Capilla”, refirió.
El costo para los que optan por ir a dichos centros educativos en busetas por Chaullabamba, por el puente Sixto Durán o por Ucubamba, está entre 3,00 y 5,00 dólares. Mientras que las tarifas hacia el centro de la ciudad, están entre 6.00 y 7.00 dólares. El funcionario agregó que para el centro parroquial de Nulti, los buses urbanos prestan servicio únicamente tres veces al día (en la mañana, a mediodía y en la noche), por lo que la población no está en posibilidades de movilizarse constantemente en transporte público.
“El paso principal para llegar al centro de la parroquia Nulti era desde El Carmen de Sidcay. Ahí había una vía y un puente para el acceso vehicular. La vía pasaba por las faldas del cerro Jalshi. Cuando construyeron la autopista, ese paso fue afectado, pero como compensación le dieron a Nulti el paso peatonal que cruza la autopista y el que cruza el río Cuenca, y abrieron una vía por Ucubamba, que es el acceso principal ahora”, recordó Padilla.
Además, otro hecho que ha retrasado la colocación del puente es que entre la Municipalidad de Cuenca y el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP), no se definía qué entidad tenía competencia en esa área. Tras varios análisis, se estableció que el MTOP deberá intervenir.
De acuerdo a un comunicado emitido por la Subsecretaría del MTOP en la Zona 6, personal de la entidad gubernamental ha ejecutado un análisis y se cuenta con el diseño preliminar de la pasarela, pero está pendiente el estudio geofísico y algunas perforaciones para obtener la ingeniería a detalle. Estos análisis que deben hacerse en laboratorio, más la edificación de la estructura, están presupuestados en alrededor de 250.000 dólares. Este rubro fue incluido en la planificación anual de inversiones 2022.
“Estamos a la espera de la asignación de recursos en cada partida para poder reactivar los estudios y de inmediato lanzar a concurso la construcción de la obra”, refiere el comunicado. (LCH) –(I)
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Además de la reposición de una nueva estructura, es necesario construir otras bases. El pedido es que el puente sea más alto para evitar su destrucción, por la cantidad de agua que se acumula cuando llueve en exceso.
Cerca de 3.000 usuarios
Se cree que al menos 3.000 personas usaban este puente diariamente. Las comunidades directamente afectadas son El Arenal, Loma de Capilla, Hierba Buena, San Vicente, Allpayacu, Centro Parroquial y Ventanillas. También la comunidad de Guagualzhumi, de Paccha, utilizaba ese paso.
Tras el colapso del puente peatonal, el MTOP habilitó un paso por el camino antiguo que conducía al centro de Nulti, y colocaron unas protecciones metálicas, pero la fuerza de las lluvias ha hecho que las estructuras se pierdan.
Asimismo, la comunidad de Ventanillas construyó un paso provisional, a la altura del Cuartel Dávalos, sin embargo, los ciudadanos corren riesgo, dado que la pasarela es de madera y está ubicada en un lugar desolado. Además, es la tercera vez que la población habilita dicho paso, que ya ha sido afectado por la creciente del río Sidcay. (I)
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