El jueves 24 de febrero del 2022, puede ser un día clave para Guadalupe Llori. En un video difundido en sus redes sociales, denunció que intentan destituirla. Algo que también se rumora en el Palacio Legislativo. Un grupo de asambleístas busca una evaluación de la gestión presidenta.
Según Llori, detrás de su destitución estarían siete compañeros suyos de Pachakutik, autodenominados como “rebeldes”, a quienes acusó de intentar desestabilizar su gestión, junto con las bancadas de los correístas de UNES y del Partido Social Cristiano (PSC).
“Sé que existen oscuros intereses, que se oponen a la ética y a la reciprocidad y por eso me siento indignada ante estos hechos peligrosos que amenazan a la democracia, que vienen de ciertos asambleístas de Pachakutik”, dijo Llori.
Su compañera de bancada, Mireya Pazmiño, quien lidera el grupo que dentro de Pachakutik están en contra de Llori, señaló que insistirán en el mecanismo que ya plantearon la semana pasada: la creación de una comisión multipartidista que investigue a los miembros del Consejo de Administración Legislativa (CAL), tras lo cual, no lo descarta, se podría destituir a todas las autoridades de la Asamblea.
“La ley lo permite así. Si alguien no está cumpliendo con su función, si hay un incumplimiento, procede pedir que salgan de su autoridad, de las dignidades que ahora están, no como asambleístas”, dijo.
Según Pazmiño, la actitud en contra de Llori se debe a que no están conformes con su trabajo y con la forma en que ha administrado la Asamblea Nacional, principalmente el CAL.
Jorge Abedrabbo reconoce que en el PSC existe la misma inconformidad con el trabajo de Llori y del CAL en general; pero niega que exista un plan conspirador.
Sin embargo, expresa que sí apoyarán la creación de la comisión multipartidista para investigar a la presidenta de la Asamblea.
El correísta, Pabel Muñoz, también niega que se pretenda desestabilizar a la Asamblea, pero defiende el trabajo que podría efectuar la mencionada comisión que evalúe el trabajo de los miembros del CAL, que, a su criterio, no están cumpliendo adecuadamente su trabajo.
El gobierno
En el sector del apoyo a Guadalupe Llori se ubica otro grupo de Pachakutik, liderado por Rafael Lucero, y, sobre todo el Gobierno. Ayer el presidente Guillermo Lasso le dio su respaldo de forma pública.
Lasso no descartó que detrás del intento de destituir a Llori se encuentre el mismo “Triunvirato de la Conspiración” que él señaló al inicio de su gestión como los responsables de los intentos desestabilizadores de su Gobierno.
Este triunvirato, según Lasso, estaba integrado por el expresidente Rafael Correa; el exalcalde de Guayaquil, Jaime Nebot; y el presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (CONAIE), Leonidas Iza.
Cuentan con los votos
Según el artículo 18 de la Ley de la Función Legislativa, las autoridades de la Asamblea Nacional pueden ser destituidas. El único requisito es contar con más de 70 votos en el pleno.
Según Roger Celi, coordinador del Observatorio Legislativo, para la remoción de Llori se contaría con los 41 votos del correísmo, los 14 del PSC y los 7 del ala separatista de Pachakutik, que sumarían 62 votos, con lo que solo faltarían 8 votos que podrían venir del propio Pachakutik o de la Izquierda Democrática. (ASM)-(I).
El objetivo es el CPC
Para el politólogo Arturo Moscoso es clara que la intención final del correísmo y del ala de Pachakutik liderada por Leonidas Iza es tomar posesión del Consejo de Participación Ciudadana (CPC), aplicando un juicio político a sus autoridades actuales.
“Lo que quiere el correísmo es volver a nombrar sobre todo el contralor, que es quien decide si se investiga o no las irregularidades en las compras públicas; además del resto de autoridades que están pendientes”, dijo el analista.
Moscoso no descarta que si en la Asamblea se destituye a Llori, el presidente Guillermo Lasso decrete la muerte cruzada que, a su criterio, es la forma de acabar con la conspiración y las presiones que durante estos ocho meses ha reinado en la Asamblea en contra del Ejecutivo.